Huevos
La granja Huevos Salvi, con 64.000 gallinas, abastece a Málaga y la comarca del Valle del Guadalhorece.
Salvador Pavón, también conocido como Salvi, es el propietario de esta gigante y a la vez cercana granja de Coín, una localidad enmarcada en la comarca del Valle del Guadalhorce, no muy lejos de Málaga capital. Sus 64.000 gallinas ponen 60.000 huevos cada día. ¿Cómo se puede comercializar un producto masivamente y a la vez apostar por la proximidad? "Apostando por la modalidad de venta que nosotros llamamos kilómetro cero", responde el dueño de Huevos Salvi. Y es que casi todos asociamos ese término con la compraventa de vehículos sin uso pero matriculados. ¿Y eso cómo encaja con los huevos?
Cuando Salvi habla de kilómetro cero no se refiere a nuevo o seminuevo, eso no tiene sentido en el sector de la alimentación; él apunta más hacia un concepto de "localización". Es decir, que más que un coche se parece a una carretera en su punto de inicio, como la Puerta del Sol, donde nacen los caminos. Y el camino de un huevo, desde que lo pone la gallina hasta que acaba en un cazo o una sartén, parte desde Huevos Salvi y hace un recorrido de pocos kilómetros, los que van desde Coín a todo el valle y a la capital de Costa del Sol. Y como son cercanos, son frescos.
Salvi sabía muy bien que la cercanía sería el santo y seña de su marca. Como en Coín y sus alrededores es un personaje célebre, qué mejor que ponerle Huevos Salvi a su granja. Ahí está su primer gran triunfo, asociar a lo cercano con lo conocido. "Yo soy un hombre de campo, este proyecto lo comencé en 1987 con muy pocas gallinas, porque son más baratas que cerdos y terneros", afirma.
37 años después, y con la ayuda de su mujer, Inmaculada, regenta tres naves, donde trabajan 20 personas (sin contar los empleos indirectos). Él sabe que, para ganarse la confianza del cliente, no le basta con conocerle en persona, sino que debe ofrecer un producto de calidad: "Producimos y comercializamos nuestros propios huevos, frescos, cumpliendo con todas las garantías. Lo primero es el bienestar de las gallinas, que se hallan en jaulas enriquecidas", asegura.
Por si fuera poco, el precio es competitivo, no se pasa de la media nacional. Aunque puede variar según los costes de producción -en los últimos meses ha subido exponencialmente con la inflación-, ronda los 2 euros por docena. En muchos mercados y medianas o grandes superficies se pueden encontrar a precios superiores, por lo que la relación calidad precio es equilibrada.