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Gran Canaria desarrollará un plan de empleo para limpiar los antiguos invernaderos, ahora vertederos

En los antiguos invernaderos de tomates del sur de Gran Canaria se amontona ahora una gran cantidad de basura. Es por eso que tanto el Cabildo como la Mancomunidad se han puesto "manos a la obra".

A aproximadamente 15 kilómetros del aeropuerto, destino hacia el sur de la isla de Gran Canaria, se encuentra el municipio de Santa Lucía de Tirajana. Allí, en lo que hasta hace unos años eran terrenos donde se cultivaba, a día de hoy se amontona una ingente cantidad de basura.

Esta acumulación de enseres abandonados, residuos de todo tipo y restos de lo que en su día fueron invernaderos se extiende por el resto de la comarca sureste de la isla. Un problema que se encuentra en otras localidades, como Ingenio o Agüimes. En total, se contabilizan 247 hectáreas abandonadas.

En la zona, algunos invernaderos de tomates, todavía en pie, conviven con estos desechos y con uno de los más importantes parques eólicos de la isla. Porque en la zona sureste, la fuerza y constancia de los vientos han permitido la instalación de molinos que producen energía eléctrica. Energía que representa el 45% del consumo de la comarca, donde viven unas 126.000 personas. Así, mientras se produce energía limpia, los restos de lo que en otro tiempo fue vida dejan una imagen de total falta de respeto por el medioambiente.

Un mar de plásticos y residuos

Estas parcelas y fincas son privadas. Esto quiere decir que recae sobre la responsabilidad de sus dueños la adecuación y limpieza de esos terrenos. Desde Antena 3 Noticias nos hemos intentado poner en contacto con ellos, pero han declinado hablar a cámara. Nos comentan, eso sí, que en multitud de ocasiones han avisado al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) para evitar que se siga acumulando la basura.

Ellos son conscientes de la nefasta imagen para la principal fuente de riqueza de la isla, el turismo. Quien entra a la isla por aire puede ver perfectamente desde el avión cómo en la zona un mar de plásticos y residuos abandonados afean la vista. Porque el 95% de esos espacios, en su día dedicados a la agricultura, se encuentran en el área de servidumbre aeronáutica.

Para intentar dar una solución, tanto el Cabildo de Gran Canaria como la Mancomunidad del Sureste, se han puesto "manos a la obra".

Un plan de empleo para recoger la basura

La presidenta de la Mancomunidad, Ana Hernández, con quien sí hemos podido hablar más profundamente, ha explicado que, desde siempre, han querido actuar en la zona, pero debido, precisamente, a que se trata de terrenos de titularidad privada, la actuación se complica.

Hace ya casi 4 años, durante el 2019, se comenzó una estrecha colaboración entre el Cabildo y la Mancomunidad para poder desarrollar un proyecto, mediante el cual, se pudiera limpiar esos espacios. Hernández explica que "es la propia corporación insular la que puede tener un poquito más de posibilidades de gestionar este proyecto".

"Intentaremos que sea la mayor extensión posible la que podamos limpiar"

Ana Hernández

Para ello, se desarrollará un plan de empleo en el que se baraja contratar a personal para poder realizar limpiezas en llano, es decir, que se recoja la basura que está en el suelo. Porque, en el caso de que las estructuras de los invernaderos estuvieran aún en pie, sería necesario personal cualificado para poder desmontarlas, ya que hay que cumplir con una serie de medidas de prevención. Por ello, lo que harán los Ayuntamientos será tirar la estructura que aún queda en pie en esos invernaderos y luego entrará a recoger los restos la cuadrilla que corresponda.

Pero, antes de comenzar, es necesaria la redacción de unas bases, y en ello están desde este momento. Una vez se cuente con ellas, serán los propietarios del suelo quienes soliciten a las instituciones públicas la limpieza en su zona y, en base a una puntuación, se comenzará la retirada de los restos de los antiguos invernaderos. La presidenta de la Mancomunidad detalla que "a más metros cuadrados que se vayan a limpiar, mayor es la puntuación, pero intentaremos que sea la mayor extensión posible la que podamos limpiar".

Todo está en el aire

El proyecto, para el que se cuenta con una partida de 1,8 millones de euros, se desarrollaría -tal y como está concebido- en un periodo que abarcaría entre los 6 y 9 meses. Para esas labores se contrataría, a través de un plan de empleo, a unas 140 personas.

"No es lo mismo con 140 personas limpiar 10 metros cuadrados que 1000"

Ana Hernández

Sin embargo, Ana Hernández ha aclarado que todo está en el aire "hasta que no se concreten los metros cuadrados que se van a limpiar, el número de personas contratadas, las horas que se van a aplicar... No es lo mismo con 140 personas limpiar 10 metros cuadrados que 1000. Sobre todos esos condicionantes trabajamos. Hace un mes, aproximadamente, se hizo una reunión técnica para ir avanzando entre Cabildo y Mancomunidad. Ellos tienen un documento con unas bases de otro acuerdo con otro municipio que nos pasaron, pero no nos sirve, porque las condiciones de ese documento están orientadas a un Ayuntamiento y nosotros, en la Mancomunidad, somos tres, cada uno con sus propias peculiaridades".

Al respecto, Ana Hernández ha explicado que, "ahora mismo, los técnicos juristas del Cabildo y de la Mancomunidad están limando los puntos de esas bases para que no haya ningún inconveniente en el momento en el que se apruebe definitivamente".

"Cada Ayuntamiento tiene sus propias ordenanzas municipales, sus características orográficas y todo debe cuadrarse"

Ana Hernández

De momento, a falta de bases, tampoco se cuenta, como es lógico, con ninguna solicitud, pero lo que sí está claro es que lo que se retire, conforme a este plan, abordaría tanto los restos de esos invernaderos como la basura acumulada. Para el futuro, la presidenta de la Mancomunidad ha dejado claro que "será labor de los dueños de cada terreno los que tendrán que responder ante ello".

En este caso, además, Ana Hernández justifica que la redacción del proyecto ha sido bastante engorrosa porque, además de tener en cuenta los aspectos técnicos, es necesario "contar con informes de cada uno de los departamentos correspondientes en materia medioambiental. Hay que tener en cuenta quién va a gestionar los residuos, cómo se va a recoger, dónde se van a depositar...Todo eso hay que establecerlo antes de hacer presentar y sacar a la luz el proyecto definitivo. Y a todo hay que añadirle que, aun siendo mancomunados, cada Ayuntamiento tiene sus propias ordenanzas municipales, sus características orográficas y todo debe cuadrarse".

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