Bandas criminales
Una banda de ladrones está amargando la campaña navideña a los negocios de una zona comercial del centro de Barcelona. Destrozan escaparates con tapas de alcantarilla y elaboran "cañas" para pescar productos. Ya llevan decenas de robos.
Escaparates destrozados en plena campaña navideña en el barrio de Sant Antoni, en Barcelona. Decenas de comercios han amanecido las últimas semanas con los cristales rotos y con sus tiendas asaltadas. Es el caso de la tienda de bolsos y maletas de Francesca Ballester, ya acumula 4 robos en tan solo 10 días. "La última vez vinieron incluso con una furgoneta". El comercio tiene un escaparate de vidrio muy grande, los productos están a la vista y estos días unas grandes maderas lo cubren, ni siquiera les ha dado tiempo a repararlos.
La banda utiliza la técnica de "la pesca". Primero hacen un pequeño agujero en el cristal donde introducen un palo que puede ser una barra de hierro o el de la fregona o la escoba. En la punta crean un gancho y van sacando los productos del escaparate. "Cogieron una barra, soldaron con unas anillas e iban pescando", nos cuenta Arpana Sign, encargada de una tienda. Misma técnica nos describe Charo López, directora de una óptica que también ha sido asaltada, explica "que tienen una habilidad asombrosa para ir sacando las gafas que más les gustan con esa caña".
Son ladrones de robo espontáneo. Sus herramientas: alcantarillas, hierro o rocas de grandes dimensiones que encuentran en una zona de obras que está delante del área comercial. "Cogieron una tapa de alcantarilla, la envolvieron en una sudadera y con toda su fuerza resquebrajaron el cristal del escaparate" nos explican desde la tienda de bolsos. También utilizaron ese modus operandi en la tienda de productos de cocina de Marc Vidal " consiguieron sacar una tapa de alcantarilla, una roca o cualquier cosa y le pegaron un buen viaje al escaparate". En esta tienda les han entrado 3 veces y en cada golpe calculan pérdidas de unos 1.000 euros.
Desde la asociación de comerciantes de Sant Antoni explican que esa zona "es muy golosa" para los ladrones "está poco transitada, no pasan coches y siempre actúan de madrugada". Por eso, exigen más presencia policial en la zona. Quieren volver a dormir tranquilos cuando cierran las persianas de sus negocios.
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