VIVIENDAS CONTRA EL MACHISMO
El Gobierno Vasco ha presentado las líneas estratégicas del Decreto que aprobará próximamente y que marca cómo deberán ser las viviendas en Euskadi en el futuro próximo. Este documento, que está en fase de aportaciones, introduce unas novedades importantes, derivadas del desarrollo de la Ley de Vivienda aprobada en 2015.
La presentación del borrador de Decreto se efectuará dentro del curso 'RE-vivienda: I laboratorio de vivienda de Euskadi', inaugurado este martes por Pedro Jáuregui, viceconsejero de Vivienda del Gobierno Vasco, y en el que se analiza toda la problemática actual de los usos residenciales.
El director de Vivienda y Arquitectura del Gobierno vasco, Pablo García Astrain, reconoce que cuando su departamento empezó a elaborar la futura norma para fijar los criterios mínimos que en Euskadi deberá cumplir la vivienda en el futuro, tenía claro que había que hacerlo desde una perspectiva de género. Asegura que la distribución interna de un inmueble puede ayudar, y mucho, en el avance hacia una igualdad real entre sexos.
García Astrain aboga porque la cocina sea un lugar abierto y que dejen de ser "laboratorios especializados y estrechos", para que así dejen de ser la excusa perfecta para que el hombre eluda asumir responsabilidades en los fogones.
El nuevo decreto se presenta con unos criterios novedosos en materia de perspectiva de género, que aún no está aplicando ninguna otra comunidad autónoma. De este modo, en la construcción de las viviendas en Euskadi se deberá atender la seguridad en las zonas comunes. Por ejemplo, habrá que evitar los ángulos muertos o las zonas oscuras.
En el interior de cada vivienda, se facilita el reparto de tareas y se intenta 'desjerarquizar' las estancias. De esta manera, se propicia una distribución con cocinas de mayor tamaño y más relacionadas con las salas de estar. Los dormitorios también se fijan en un espacio mínimo de 10 metros cuadrados. El objetivo es que las viviendas sean menos rígidas.
El decreto también trata de evitar la infravivienda, o las denominadas 'colmenas', además de intentar atajar la sobreocupación. De esta manera, los ayuntamientos podrán declarar inhabitables viviendas que no cumplan los requisitos mínimos.