DE NORTE A SUR
Parques y espacios públicos cerrados en numerosas ciudades, clientes sin suministro eléctrico y centenares de incidencias -sobre todo causadas por caída de árboles y dificultades circulatorias- son las principales secuelas al paso de la borrasca Gisele. Apenas recuperada de los últimos coletazos de Félix, la península registra desde primera hora de este miércoles sus efectos, que han obligado a activar las alertas meteorológicas en un total de 38 provincias por el fuerte viento, las intensas lluvias, nevadas o el oleaje.
El fuerte viento es el componente más significativo de esta nueva borrasca, aunque las precipitaciones serán importantes en zonas de las Rías Bajas, en la cordillera Cantábrica, el Sistema Central, Sierra Morena y en áreas del Estrecho, según ha señalado la portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología Delia Gutiérrez.
Además del fuerte viento, el temporal marítimo afecta sobre todo a zonas costeras de Galicia, donde el viento del suroeste y de fuerza 8 dejará olas que alcanzan entre 4 y 6 metros de altura. También en el Estrecho y en el mar de Alborán se esperan fuertes vientos del oeste y suroeste con fuerza 7 y olas de hasta 3 metros.
Las adversidades meteorológicas han obligado a suspender el transporte marítimo en la ría de Vigo entre las localidades de Vigo, Cangas y Moaña. El vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha asegurado que se han cumplido las previsiones y Gisele ha dejado decenas de incidencias en la comunidad, por lo que ha pedido "precaución" para que los conductores "eviten desplazamientos que no sean imprescindibles".
En varios municipios de las provincias de La Coruña, Orense y Pontevedra, unos 3.000 usuarios de Gas Natural Fenosa están sin suministro eléctrico (llegaron a ser más de 7.500) debido a las incidencias provocadas por el temporal. El Ayuntamiento de La Coruña ha cerrado todos los parques y jardines desde la pasada medianoche ante esta situación que además ha obligado a cerrar al público la Torre de Hércules debido a los fuertes vientos, tras registrarse en la provincia rachas máximas de 140 kilómetros por hora.
En Lugo, el Ayuntamiento ha cerrado los dos parques de la ciudad, y los ayuntamientos de Plasencia o Cáceres han decidido también el cierre de varios parques de ambas ciudades.
En Castilla y León, la delegada del Gobierno, María José Salgueiro, ha activado la fase de alerta por vientos de gran intensidad en las nueve provincias de la comunidad autónoma y que podrán afectar especialmente a la circulación por las carreteras.
En la localidad cántabra de Maliaño el viento ha derribado a primera hora la mitad de la fachada oeste de una nave del Polígono de Raos, lo que ha causado daños en tres coches que estaban estacionados junto a ella y ha provocado que se acordone y cierre al tráfico la calle anexa.
El paso de Gisele por la península será muy rápido, ya que a partir de este jueves el centro de esta profunda borrasca se trasladará al oeste de las islas británicas, aunque España seguirá bajo el radio de influencia de este temporal, y continuarán todavía las lluvias y el viento, aunque centrado en la costa gallega.
La Agencia Estatal de Meteorología ha activado un total de 21 alertas en otras tantas provincias, ante la previsión de que se registren fuertes vientos, nevadas y oleaje acompañado de un intenso mar de fondo. Las mayoría de las alertas serán "amarillas" (riesgo), pero se activarán las "naranjas" (riesgo importante) en La Coruña y Pontevedra por fenómenos costeros adversos y en Albacete por vientos que alcanzarán los 100 kilómetros por hora.
Delia Gutiérrez ha avanzado que este jueves se producirá una bajada generalizada de las temperaturas y en las provincias en las que se registren precipitaciones éstas serán en forma de nieve, sobre todo en la mitad norte. Así, están previstas nevadas en las provincias de Burgos, León, Palencia, Soria, Zamora, Lugo y Orense.
Tras el paso de Gisele están previstos nuevos episodios de precipitaciones y viento asociados a otros frentes y borrascas, con cotas de nieve más bajas, aunque tendrán un carácter más suave que esta última borrasca.