Investigación
La Conselleria de Educación está investigando el caso a través de la Unidad de Apoyo al Alumnado Víctima de Violencia. Las ladillas son un tipo de piojos que suelen vivir en el área genital de los humanos.
La Conselleria de Educación de la Generalitat catalana está investigando la aparición de ladillas, un tipo de piojos que generalmente viven en el área púbica o genital de los humanos, en los ojos de 3 alumnos de la escuela Jesús, Maria i Josep de Barcelona, conocida como Pare Manyanet.
La investigación comenzó a raíz de una denuncia presentada por una familia el pasado mes de noviembre ante la Dirección General de Atención a la Infancia de la Generalitat (DGAIA). Los hechos ocurrieron en 2017, pero el caso se ha elevado ahora a la Conselleria de Educación. En ese momento, tres alumnos de segundo de primaria del centro aparecieron con sus pestañas llenas de ladillas, por lo que se sospechó si su transmisión habría producido por contacto sexual.
El caso ya fue denunciado en 2017 y el organismo encargado lo revisó en su momento. Sin embargo, ahora han comunicado a la familia a través de una carta en la que se afirma que "tras haber hecho las consultas pertinentes y haber revisado el caso, dada la gravedad y vistas las competencias de la DGAIA, se deriva el caso a la Conselleria de Educación" para que valoren el caso en consonancia con el protocolo de maltrato infantil y adolescente.
El protocolo se va a llevar, según el organismo, "sin perjuicio de la comunicación a Fiscalía de Menores, al juzgado de guardia o a Mossos d'Esquadra a partir de la denuncia correspondiente, si es pertinente". Añaden que el caso se debe tratar por la vía penal porque ha ocurrido en un centro escolar.
En el mes de marzo del año pasado, los Mossos detuvieron a un cura de la Congregación de los Hermanos de la Sagrada Familia-Pare Manyanet por posesión de pornografía infantil tras la denuncia de uno de los informáticos de la escuela que se encontró el material cuando fue a reparar el equipo.
La escuela se defiende
La escuela se ha defendido argumentando que la investigación que ya se llevó a cabo en 2017 por parte de la Dirección General de Atención a la Infancia (DGAIA) y cerrada y la escuela "quedó eximida de cualquier tipo de responsabilidad". En este sentido, han expresado que el organismo pidió información al centro en el año de la denuncia y que este "no impuso ninguna medida de prevención a los niños", al tiempo que los menores han continuado con sus clases.
Además, han afirmado que la aparición de ladillas en las pestañas se pudieron dar también "por el uso compartido de toallas o sábanas o en entornos con higiene deficiente" y no solo por contacto sexual. Según la escuela, las familias afectadas "compartían actividades conjuntas fuera de la escuela, por lo que las fuentes de contagio pueden ser muy diversas".
También aseguran que se han puesto en contacto con las familias y "ninguna de ellas relacionan el contagio con cualquier comportamiento inadecuado y mucho menos de abuso sexual, ni en la escuela ni en entorno familiar" por lo que desconocen las razones de la elevación del caso e insisten en que "no es una resolución administrativa y no ha sido notificada a la escuela".