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Fuertes precipitaciones

Fuerte tormenta en la Barceloneta: así es como se ha vaciado la playa en cuestión de minutos

Los bañistas se encontraban disfrutando de un día de sol en una playa de Barcelona cuando, de pronto, se vieron sorprendidos por una fuerte tormenta.

Toalla en mano y a toda prisa. Así han huido los bañistas de la playa, en Barcelona, tras ser sorprendidos por una fuerte tormenta. En cuestión de segundos, ha caído un diluvio sobre varios puntos de Cataluña, dejando granizo en algunas zonas. Las precipitaciones han hecho que se desvíen hasta seis vuelos y se han interrumpido dos tramos de trenes.

200 llamadas al 112 por el granizo

Ha llovido con mucha fuerza en varios puntos de Cataluña, llegando a granizar en algunos puntos. Ha sido el caso de Badalona, donde Emergencias ha recibido más de 200 avisos, por las precipitaciones de este jueves que, en menos de una hora, han dejado 40 litros por metro cuadrado.

Una tormenta que ha provocado la activación del Plan de Contención por Inundaciones. Las fuertes precipitaciones y el granizo han obligado a desviar hasta seis aviones del aeropuerto de El Prat y se ha interrumpido el servicio en dos tramos de la línea de cercanías, aunque ya se ha restablecido.

Estampida en la playa de la Barceloneta

Sin embargo, una de las imágenes de la jornada es la que se ha dado en la playa de la Barceloneta, en la Ciudad Condal, donde la lluvia ha sorprendido a muchas personas que se encontraban disfrutando de un día de sol en la playa de Barcelona.

No les ha dado ni tiempo a recoger las cosas. La tormenta ha llegado sin avisar y a una intensidad altísima. A la lluvia se le ha sumado el viento, que ha comenzado a levantar la arena, haciendo todavía más incómoda la estancia en la playa.

"Ha empezado a venir un vendaval con mucho aire", cuenta una de las presentes, que ha afirmado que "todo era una corriente de arena". Ante esta situación, todos los bañistas, en masa, han corrido para encontrar un refugio donde resguardarse, encontrando ese cobijo en algunos de los bares y restaurantes de al lado.

"He visto que la gente venía hacia aquí, corriendo, y he dicho 'pero, ¿qué pasa?'", explica uno de los hosteleros que ha acogido a algunas de las personas, "bajamos el toldo en cuestión de un minuto", afirma.

También en cuestión de minutos se ha vaciado la playa, aunque muchos no sabían ni dónde meterse. Un episodio especialmente llamativo, teniendo en cuenta las olas de calor que llevan azotando el país durante todas las vacaciones de verano.

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