BUSCAN "ADN DE VARÓN"
El forense al frente de la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), Fernando Serrulla, ha manifestado que el de Diana Quer ha sido "un caso especial" para todos los que han participado en su autopsia y ha reconocido que ha supuesto "un reto".
En una entrevista, Fernando Serrulla, que ha aclarado que no puede hablar del contenido del caso, ha subrayado que en el de Diana Quer han trabajado para "intentar que no se quede ningún fleco suelto" y recabar "el mayor número posible de datos".
En este sentido, ha apuntado que cuando se trabaja con un cadáver en descomposición se plantean dudas porque "no se tiene el cadáver completo", lo que "ayudaría mucho a la investigación", pero "cuando está en descomposición las cosas se complican". Por ello, ha recalcado que ha supuesto "un reto importante", aunque ha matizado que estaban "preparados para esto" porque habían estudiado antes "más cadáveres por esqueletización" y relacionados con supuestos homicidios.
Además, ha concretado que no muchos institutos de Medicina Legal tienen sistemas de esqueletización, que en España se concentran en Barcelona, Madrid y Galicia. Por ello, ha incidido en que lo "especial del caso" ha sido el empleo de esta técnica, "fundamental para cadáveres en descomposición". "Creemos que esto deberían extenderse a todos los institutos (de Medicina Legal)", ha aseverado.
Además, ha recalcado que se ha realizado un "trabajo de equipo", en el que el responsable de la autopsia de la joven madrileña ha sido Alberto Fernández Liste del Imelga de Santiago. "El me llamó para decirme: quiero que participes en esto", ha apostillado. En este sentido, ha comentado que "se ha polarizado mucho" en su persona cuando, ha insistido, "es un trabajo en equipo". "En casos como éste, tanto Alberto como Vanessa, estuvieron conmigo", ha abundado, para añadir que se desplazó a Santiago para "hacer la autopsia con ellos".
Serrulla ha explicado que cuando un cuerpo está "envuelto en agua" la descomposición normal "se detiene y las grasas, en determinadas condiciones, se saponifican, y se forman jabones", al descomponerse los ácidos grasos. Así, ha concretado que la saponificación, como presentaba el cuerpo de la joven madrileña, se trata de un "proceso conservador del cadáver", que consiste en la transformación en jabones de las grasas.
"Ir más allá"
Por su parte, ha concretado que la esqueletización es una técnica que se emplea en cadáveres para "ir un poco más allá en la autopsia" y ayuda a investigar. Al respecto ha incidido en que se trata de una "prueba complicada que ayuda a profundizar en la autopsia convencional". Los forenses proceden en este caso a "retirar las partes blandas y a esqueletizar el cuerpo", un trabajo que "requiere mucho esfuerzo y tiempo".
Preguntado sobre cuándo se aplica esta técnica, Serrulla ha puntualizado que por parte del Imelga se lleva a cabo "en casos en que existe indicios de criminalidad". Además, ha asegurado que el de Diana Quer "no es el primer caso que se ha hecho aquí". "Ha trabajado varios. Tenemos una cierta experiencia", ha agregado. Por ello, ha insistido en que se trata de "ver partes blandas e intentar llegar al esqueleto" para "ver huesos y de qué manera" pueden constatar o excluir "traumatismos u otras lesiones".
Al respecto, ha aclarado que "no en todos los casos se obtienen resultados positivos". De este modo, ha señalado que la esqueletización "siempre aporta datos, aunque sean negativos" ya que ayuda a "profundizar en la autopsia". En la práctica ha comentado que esta técnica se puede aplicar a entre 10 y 30 casos al año.
Agresión sexual
En cuanto a las posibilidades de obtener datos en un cuerpo sumergido casi 500 días, como en el caso del cadáver de Diana Quer, sobre si sufrió agresión sexual, Serrulla ha explicado que la "posibilidades son pocas siempre".
Así, ha dicho que los estudios confirman que el semen "no perdura más allá de siete días en el interior de la vagina en una persona viva". Por ello, ha incidido en que en una fallecida "se complica mucho más" y al haber estado en agua "se complica cien o mil veces más".
Por ello, considera "muy bajas" las posibilidades de encontrar signos de agresión sexual en un cuerpo sumergido casi 500 días, pero ha incidido en que "son pruebas que hay que intentar hacer". Al respecto, ha concretado que en casos como con el cuerpo sumergido de la joven Diana Quer hay que "buscar ADN de varón fundamentalmente" ya que hallar semen "es prácticamente imposible". "El ADN está fragmentado, diluido, casi imposible localizarlo", ha precisado. Con todo, ha abundado que la "ausencia de lesiones también es un dato" y ha defendido que el trabajo de los forenses es "decir al juez la verdad material".
"Mucho entusiasmo"
Serrulla, que hace más de 30 años se dedica a estudiar huesos y que ejerce de forense en Verín (Ourense), ha recordado que pidió que le permitiesen acceder al estudio de huesos en Galicia. "Creyeron en mi. Pedí alguna cosa y me la concedieron", ha relatado, para concluir que ha sido "resultado de mucho entusiasmo".
Sobre la necesidad de medios para realizar el trabajo en la Unidad de Antropología Forense de Verín, Fernando Serrulla ha asegurado que no echa de menos "muchas cosas". Al tiempo, ha resaltado la colaboración de la Universidade de Santiago (USC) y del equipo del investigador Angel Carracedo, experto en genética, aunque ha admitido que "todo es mejorable" porque "medios siempre hacen falta".