NO HAY VENCEDOR
El jurado del torneo del Toro de la Vega, desarrollado este martes en el municipio vallisoletano de Tordesillas, lo ha declarado nulo y sin vencedor al considerar que se ha incumplido el reglamento, ha anunciado el alcalde, José Antonio González Poncela.
Inicialmente los participantes han considerado a un joven leonés como posible vencedor del torneo, aunque finalmente, tras el visionado de las imágenes, el jurado ha aludido al "incumplimiento del orden de la lidia" y a que se ha hecho un lanzamiento "con el toro en movimiento y detrás de un pino", lo que no está permitido por el reglamento, ha añadido el regidor.
González Poncela ha defendido "la pureza del festejo" para declarar nulo el festejo de hoy, algo que ya ocurrió en el pasado 2012, en aquel caso porque el toro murió fuera de la zona permitida.
El torneo más polémico
El torneo del Toro de la Vega se ha celebrado un año más en la localidad vallisoletana de Tordesillas a pesar de las protestas protagonizadas por un centenar de contrarios al festejo, que se han apostado en una parte del recorrido para impedir su inicio. El torneo, en el que ha resultado herida una mujer, ha tenido una duración de catorce minutos tras la suelta del animal.
La polémica ha sido la principal protagonista de este festejo en la que cada año por estas fechas se dan cita cerca de 30.000 personas.
Un centenar de contrarios al festejo se han apiñado en el acceso desde el puente medieval hacia la vega para obstaculizar el paso del animal y han clamado: "abolición, Toro de la Vega" aunque han tenido que disolver la barrera humana ante la llegada del toro.
Asimismo, unos instantes previos a la suelta del astado se han producido intercambio de empujones y puñetazos entre un grupo de partidarios y otro de detractores. A pesar de los enfrentamientos no se han producido incidentes de gravedad y la Guardia Civil no ha tenido que intervenir.
Rompe-suelas, protagonista involuntario del festejo
Un morlaco de 640 kilos bajo el nombre de 'Rompe-suelas', de la ganadería extremeña Hermanos del Excelentísimo Señor Conde de la Corte, es el protagonista involuntario del polémico festejo.
El astado, como manda la tradición y tras el disparo de cohetes, ha sido desencajonado en las calles de la villa y ha iniciado entonces, en un rito de hace más de cuatro siglos, un encierro que le ha conducido hasta La Vega.
Los lanceros a caballo y a pie, debidamente acreditados, han pugnado con el animal con el fin de darle muerte antes de que abandonara los límites del pinar.