Juicio del Alvia
Queda visto para sentencia tras una última jornada centrada en la absolución del ex directivo de Adif y la máxima indulgencia para el maquinista.
Una década después del accidente ferroviario del Alvia en la curva de Angrois, en Santiago, en el que perdieron la vida 80 personas y resultaron heridas otras 145, ha finalizado su juicio. Tras más de diez meses de proceso, con 700 participantes, ha quedado visto para sentencia y no se espera que esté lista hasta antes de otoño.
La última jornada ha comenzado con la intervención del abogado de la defensa del exdirector de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, al que la Fiscalía, en un giro inesperado del proceso, retiró la acusación hace ahora un mes, alegando que "no infringió" sus obligaciones. El letrado ha declarado que "todo en Adif y todo en Renfe se ha hecho bien excepto la conducta del maquinista".
Una vez más, la defensa de Cortabitarte ha centrado su discurso en culpabilizar a José Garzón, único ya acusado en el caso, del que ha dicho que efectuó una conducción "inusual, imprevisible e insólita", a lo que el maquinista, presente en la sala, ha respondido moviendo la cabeza en señal de negación. Por otra parte, ha pedido la absolución total de su cliente alegando que se ha puesto el foco sobre él sin "saber de qué se le está acusando". Ha dicho, incluso, que se han referido a él como "una especie de Cid Campeador de todo el sistema ferroviario".
Durante su turno de palabra, la defensa de José Garzón, el maquinista, se ha centrado en responsabilizar "de la negligencia a Adif". El letrado se ha opuesto a las acusaciones contra su cliente porque, asegura, los hechos protagonizados por él "no son constitutivos de delitos", y ha insistido en que José Garzón es más "una víctima" que un culpable.
De nuevo, la ambigüedad de la señalización, la falta del sistema ERTMS y la ausencia de responsable por encima del maquinista, han constituido buena parte de la última intervención de la defensa del maquinista. Tras varios recesos, ha terminado esta jornada final, de unas cinco horas de duración, solicitando la máxima indulgencia para el acusado, José Garzón.
Por último, tanto Andrés Cortabitarte como José Garzón han declinado hacer uso de su última palabra y la jueza se ha despedido con una agradecimiento a todas las partes. "Queda visto para sentencia e intentaré estar a la altura", ha finalizado.