Rave
Autoridades temen por la seguridad mientras persisten 1.500 vehículos en el recinto y la celebración ilícita se prolonga ante la imposibilidad de erradicarla.
La tensión persiste en los terrenos municipales de Fuente Álamo, Murcia, donde una multitud entusiasta se aferra a la prolongada fiesta electrónica, desafiando los esfuerzos de la Guardia Civil por disolver la aglomeración de vehículos y personas que se congregaron desde el pasado 30 de diciembre. Los intentos de control con drones y un helicóptero han demostrado ser insuficientes, ya que el número de vehículos apenas ha disminuido de 2.123 a 1.500 en los últimos días, manteniendo el circuito prácticamente colapsado.
El intento de desalojo es calificado como "inviable" por la Guardia Civil, mientras la fiesta clandestina desafía los esfuerzos de las autoridades y se prolonga más allá del esperado.
Los esfuerzos de la Guardia Civil, incluyendo la monitorización aérea y el control de alcohol y drogas, apenas han impedido que los asistentes entren y salgan a pie del recinto. Según Guevara, el extenso circuito dificulta la prohibición total de acceso, lo que ha llevado a prever que la celebración se prolongue hasta el próximo fin de semana, incluso durante la festividad del Día de Reyes.
La complejidad legal y la magnitud del evento dificultan su desarticulación, mientras las autoridades se encuentran con obstáculos para ejecutar el desalojo y controlar la situación.
Diego Mercader, jefe interino de la Quinta Zona de la Guardia Civil de Murcia, señaló la estrategia actual del Instituto Armado: continuar vigilando la rave desde el aire y reforzar el control en la carretera de acceso para desalentar la llegada de más vehículos. "Hacer un desalojo con las personas que hay y con el tipo de celebración que tienen, bajo los efectos de sustancias, supondría un riesgo bastante importante", subrayó Mercader.
El proceso legal también añade complicaciones. El desalojo del lugar no puede realizarse sin una orden judicial, lo que otorga cierta ventaja a los organizadores, como se vio en eventos similares en otras localidades. "Se ha denunciado la ocupación ilegal y será el juez quien lo decida", recordó Mercader.
En medio de la incertidumbre, la alcaldesa de Fuente Álamo, Juana María Martínez, expresó su preocupación por el posible impacto en las instalaciones municipales y solicitó a la Consejería de Salud el refuerzo del sistema de emergencias ante posibles complicaciones derivadas del consumo de alcohol y drogas.
Aunque la situación mantiene en vilo a autoridades y residentes, Guevara concluyó que una vez pase el próximo fin de semana, y con una disminución de asistentes, se buscará un desalojo controlado. "Todo es barajable", agregó, señalando la expectativa de que la situación se calme en los días venideros.
El chunda-chunda de la música electrónica seguirá resonando en Fuente Álamo mientras las autoridades esperan que la celebración clandestina llegue a su fin sin generar mayores conflictos.
El diputado regional de Podemos-Izquierda Unida-Alianza Verde, Víctor Egío, ha expresado su sorpresa y apoyo hacia la macrofiesta ilegal que ha estado desarrollándose desde el pasado fin de semana en un terreno de Fuente Álamo (Murcia), propiedad del Ayuntamiento. En un comunicado oficial, el partido 'morado' ha manifestado su deseo de que este evento vuelva a celebrarse el próximo año.
El polémico respaldo de Podemos a esta fiesta clandestina ha desatado un debate sobre la actuación de las autoridades en este asunto. Egío ha criticado el dispositivo policial desplegado en la zona, compuesto por un centenar de agentes de la Guardia Civil, calificándolo como innecesario y desproporcionado.
"Lo único que nos hemos encontrado es a gente con ganas de divertirse, sin molestar y sin hacer daño a nadie", expresó Egío tras visitar el recinto y dialogar con los asistentes y organizadores.