Día Internacional del beso
Hoy martes 13 de abril celebramos una de las fechas más dulces del año gracias al Día internacional del beso. Descubre por qué se celebra hoy y todas las ventajas de besar, aunque en este 2021 el COVID-19 no nos ponga muy fácil hacerlo.
Hoy se celebra el Día internacional del beso 2020, una efeméride muy especial. Entre parejas, amigos, familiares, a nuestra mascota… en la mejilla, en la boca, al aire… se cuentan por millones los tipos de besos, manifestaciones de amor y cariño por excelencia desde tiempos inmemoriales. Para demostrar afecto, como saludo o por placer, el ósculo ayuda a estrechar vínculos entre las personas. Sea cual sea la forma de este sencillo gesto, son múltiples los beneficios que causa sobre las personas.
Por segundo año consecutivo, el contexto de pandemia no hará fácil la celebración de esta fecha tan especial a través del placentero acto de besar. Será el momento, pues, de dejar volar la imaginación y buscar fórmulas alternativas para demostrar igualmente nuestro afecto a quienes hacen nuestra vida más especial.
¿Por qué se celebra el Día internacional del Beso?
El nacimiento de la efeméride que rinde tributo al beso es relativamente reciente. Su historia es realmente sorprendente ya que esta celebración surge tras la celebración de un concurso, concretamente en 2011 y en Tailandia, en el que una pareja batió el récord registrado de duración de un beso con uno de 46 horas, 24 minutos y 9 segundos.
Este hecho histórico tuvo lugar un 13 de abril y por este motivo se escogió esta fecha para conmemorar ese récord y celebrar el Día del beso en todo el mundo. De todas formas, cabe señalar que dos años más tarde, en 2013, esa misma pareja tailandesa volvió a establecer un nuevo récord con un beso que llegó a las 58 horas, 35 minutos y 58 segundos de duración.
Siete beneficios de los besos
Cuando damos y/o recibimos un beso, este repercute en nuestro cuerpo y mente reportándonos muchos más beneficios de los que podamos llegar a imaginar:
- Dar besos a nuestros hijos, sobrinos… pequeños, es la mejor manera de manifestarles nuestro afecto ya que estaremos reforzando su sentimiento de seguridad y autoestima.
- Con los besos liberamos endorfinas, las hormonas del placer: estas nos ayudarán a tener una actitud más positiva y a reducir los niveles de ansiedad. Además, al sentirnos deseados a través del beso, mejoramos nuestra autoestima y sensación de bienestar con nosotros mismos.
- Es un gesto de unión con la otra persona y, solo por ello, ya nos hará sentir mucho mejor emocionalmente: generamos oxitocina (la ‘hormona del amor’) que provoca sentimientos de afecto y sensaciones de calma y paz.
- Besar nos ayuda a quemar calorías y refuerza nuestro sistema inmunitario.
- Las endorfinas generadas con los besos nos hacen sentir su ‘efecto analgésico’ ayudándonos a combatir distintos tipos de dolores y a reducir el estrés.
- A nivel físico, un beso aumenta los latidos de nuestro corazón, disminuyendo nuestra presión sanguínea. La producción de endorfinas que se genera con el beso puede ayudarnos a alargar nuestra vida hasta en cinco años.
- También a nivel físico, los expertos nos recuerdan que el beso funciona como un ‘lifting natural’ ya que ayuda a que la piel de la cara se estire evitando las arrugas: conseguimos que los músculos faciales se tensen y tonifiquen.
Besar en tiempos del COVID-19
No cabe duda de que, a partir de la irrupción del coronavirus en nuestras vidas, las formas de relacionarlos han cambiado sustancialmente. Esto afecta, sobre todo, a la hora de saludarnos, de mantener el contacto con nuestros seres queridos y, muy especialmente, a la hora de relacionarnos con nuestra pareja o de conocer nuevas personas.
El confinamiento y la pandemia en sí han tenido un fuerte impacto sobre la salud mental de millones de personas en todo el mundo. Cuando más necesario se hace recibir el apoyo de nuestra familia y amigos, las restricciones derivadas de la crisis sanitaria, han condenado a muchos a la soledad o al simple hecho de no poder manifestar su afecto a través del contacto físico, aunque la distancia no fuese necesariamente un impedimento.
Diversos estudios confirman que, desde el inicio del estado de alarma, se han reducido considerablemente las muestras físicas de afecto. Los besos han sido, por lo tanto, los grandes perdedores en este sentido ya que, por falta de intimidad o por miedo al contagio, no pueden jugar su papel fundamental en el relacionamiento humano en general.
Toca, por lo tanto, buscar formas alternativas, como juegos de miradas o sonrisas tras las mascarillas, para celebrar este Día Internacional del beso 2021 mientras no podamos recuperar el tiempo perdido con besos de verdad.