Emisiones
La Ciudad Condal relaja las restricciones de circulación y permitirá el tránsito a los dueños de vehículos contaminantes con rentas bajas. La medida también incluye a profesionales cercanos a la jubilación y personas con movilidad reducida o que requieren desplazamiento por enfermedad.
Los vehículos contaminantes cuyos titulares acrediten ingresos anuales de menos de 16.000 euros estarán exentos de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona.
Así lo ha anunciado el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, que ha calculado que más de 20.000 vehículos se beneficiarán de esta medida. A su juicio, la norma servirá para que la Ciudad Condal "vuelva a estar a la vanguardia de Europa en temas ambientales y de salud".
¿Qué supone la medida?
La actualización de la ordenanza, que entrará en vigor en 2023, supone por tanto que podrán circular a cualquier hora por áreas de bajas emisiones de la capital catalana. Asimismo se incluyen dos cambios: se ampliará el número de autorizaciones diarias de 10 al año a dos al mes, lo que significa 24 por año y se crearán autorizaciones temporales para profesionales que estén a cinco años de jubilarse y que utilizan el vehículo para trabajar y transiten por la ZBE.
Estas modificaciones "son elementos que en términos generales tienen un impacto ambiental pequeño, pero en términos individuales importante", ha matizado Badia.
Por otro lado, el resto de vehículos que no cumplan ninguno de los requisitos señalados por la concejalía de Emergencia Climática mantendrá la prohibición de circular en los cinco municipios metropolitanos donde está vigente la ZBE los días laborables entre las 7:00 de la mañana y las 20:00 de la tarde para los vehículos más contaminantes.
De incumplirse la ley, se impondrá una sanción de 200 euros, con la posibilidad de incrementar un 30% la multa en caso de infringir la ordenanza durante un episodio de contaminación.
Triplica la tasa de la OMS
Al cierre de 2021, Barcelona llegó a triplicar los límites fijados por la OMS, que en agosto del pasado año bajó a menos de 15 microgramos las partículas en suspensión con un diámetro inferior a 2,5 micras.
Las mediciones mostraron entonces valores entre un 141% y un 158% superiores a los valores de referencia de la organización mundial.