SE CUMPLE UN MES DE LA DESAPARICIÓN
La familia de Nathaly Salazar, la turista española que desapareció hace un mes en Perú y que habría muerto mientras practicaba tirolina, reclama la colaboración de la ciudadanía en las labores del búsqueda del cuerpo. Se reanudan este domingo ante la sospecha de que pudiera estar enterrada en las montañas y su cadáver no hubiera sido arrojado al río, como aseguraron los dos detenidos.
También exige al Gobierno de España que ejerza "más presión" para que "la Policía peruana haga su trabajo" y "no deje pasar la situación", como ha manifestado la hermana de Nathaly. Tamara Salazar ha insistido en que "se ha demostrado que no fue un accidente" y ha apuntado la posibilidad de que los dos detenidos "hayan mentido" al decir que fue arrojada al río. Hace unas semanas, la familia ya indicó que la Policía no descarta Nathaly podría haber sufrido una agresión sexual.
El dispositivo de búsqueda parte a las 7.30 horas desde la plaza Túpac Amaru de Cuzco (Perú) y se centrará en la parte de la montaña donde habría tenido lugar el accidente. Participarán equipos de rescate de montaña y río, guías turísticos, voluntarios de Cruz Roja, efectivos de bomberos y policías. Desde la familia destacan la necesidad de medios de transporte ante la extensión de la zona.
En principio, los equipos tratarán de peinar la zona de la montaña durante dos días, ante la sospecha de que el cuerpo de Nathaly pudiera estar enterrado en el sector conocido como Ayamoco. En las últimas semanas, una quincena de efectivos realizaron una batida en este área junto a la comunidad indígena, pero no llegaron a abarcar todo el terreno.
La familia ha difundido un vídeo cuando se cumple un mes de la desaparición para que "el caso no se olvide". Nathaly, de 28 años, se encontraba de viaje en Sudamérica desde finales de septiembre de 2017, cuando partió de Valencia -ciudad en la que reside con sus padres- para recorrer como 'mochilera' diferentes países. Desde entonces había visitado Ecuador y se encontraba en Perú ya a finales de diciembre.
El 7 de enero se tuvieron las primeras noticias de la desaparición, que habría tenido lugar cinco días antes. Según uno de los arrestados, la turista murió en el acto mientras practicaba esta actividad y, por temor a las consecuencias, ellos decidieron no informar a las autoridades y arrojar el cadáver a las aguas del rio Vilcanota-Urubamba, en la tarde del 2 de enero.
Desde la detención de los dos presuntos responsables --dos jóvenes de 19 y 21 años-- a mediados del pasado mes, la familia ha insistido en sus "incoherencias" respecto al supuesto accidente de tirolina y no descarta una posible agresión sexual.