Fatal atropello
El trágico suceso ocurrió en una céntrica calle de la capital asturiana, pocos minutos antes de que diera comienzo la Cabalgata de los Reyes Magos. Las causas de los hechos no están claras y están siendo investigadas.
Eran aproximadamente las 17:50 horas de la tarde del domingo 5 de enero cuando un vehículo de gran cilindrada, aparentemente sin control, emprendía la marcha desde la entrada a un aparcamiento por la calle anteriormente conocido como Comandante Caballero, ahora Carlos López Otín, en la ciudad de Oviedo.
Sólo la casualidad evitó que la tragedia fuera mucho mayor dado que por el centro de la capital del Principado de Asturias se encontraban gran cantidad de personas. En su mayoría familias con niños pequeños que aguardaban a que comenzara la tradicional Cabalgata de Reyes, que transcurre precisamente por las calles aledañas a la que presenció el fatal atropello.
El coche, un Porsche Cayenne, pronto alcanzó gran velocidad y en su camino se cruzó un Francisco V. M. de 91 años, al que aplastó contra el muro que da acceso a un garaje situado a escasos 30 metros del domicilio del atropellado, que falleció minutos después. El impacto fue de tal violencia que provocó la amputación inmediata de una pierna del hombre y que la otra quedara prácticamente seccionada por completo.
Varios de los presentes acudieron de inmediato a socorrer al hombre, que quedó atrapado entre el morro del coche y la pared. Uno de ellos ha asegurado que en seguida comenzó las maniobras de reanimación y que en ese momento fue consciente de la gravedad de las heridas que había sufrido Francisco. Instantes después una mujer se identificó como doctora del Hospital de San Agustín, de Avilés. La médica procedió a realizarle un torniquete que diera algo de tiempo más para que llegara una unidad móvil de los servicios sanitarios, a los que se avisó nada más suceder el accidente con una llamada al 112.
Los facultativos se emplearon a fondo en salvar la vida del hombre, empresario jubilado del sector de la construcción, sin embargo no pudieron hacer nada ante la magnitud de los daños sufridos.
Acompañando a Francisco estaba su cuidadora, que logró esquivar el vehículo por poco, de unas dimensiones considerables. La mujer notablemente alterada tuvo que ser atendida por los equipos de emergencia al sufrir un ataque de ansiedad por el que necesitó ser trasladada al HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias).
"No se qué pudo pasar, yo no hice nada. Se me fue el coche"
Se sospecha que la inclinación de la calle pudo ser un factor fundamental en la aceleración del vehículo, aunque hasta el momento los hechos no se conocen en detalle y están bajo investigación. Lo que los testigos presenciales pudieron ver es que el coche salió disparado de improviso y se llevó por delante al señor, que caminaba apoyado en una silla de ruedas que utilizaba de ayuda.
El conductor del coche se encontraba junto al mismo, con el motor encendido. En evidente estado de shock, el hombre de 77 años declaró que estaba en perfectas condiciones, esperando a su familia para acudir al tradicional desfile del día 5 de enero, cuando de repente el vehículo emprendió la marcha sin encontrar ninguna explicación para ello. Dio negativo en la prueba de alcoholemia y no paraba de repetir que no sabía cómo había ocurrido todo.
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