Trasplantes
Es la primera vez en España que se realiza un trasplante de este tipo. El menor llevaba 2 meses conectado a un corazón artificial y ahora ha recibido con éxito el órgano donado.
Un equipo del Complejo Hospitalario de A Coruña (CHUAC) ha realizado el primer trasplante cardíaco infantil en asistencia ventricular mínimamente invasiva de España, es decir, con la ayuda de un corazón artificial. Según informa el centro hospitalario, fue el pasado día 7 de septiembre de madrugada, cuando el equipo médico llevó a cabo esta intervención, con un resultado satisfactorio.
En este caso, el menor (natural de Almería) permaneció dos meses ingresado en la UCI pediátrica coruñesa donde se le implantó un dispositivo de asistencia ventricular mientras estaba a la espera de un donante. Fue durante sus vacaciones en Vigo cuando sufrió un síncope en plena calle, por lo que fue trasladado de urgencias al hospital con una disfunción ventricular que le provocó una insuficiencia cardíaca aguda.
Diez días después de la intervención, el joven fue dado de alta y continúa con su lenta recuperación sin poder hacer grandes esfuerzos. Para sus padres, Vicente e Isabel, fue una alegría que llegara un corazón compatible y animan a la gente a donar ya que gestos como este han permitido a su hijo "tener una nueva oportunidad para vivir". Además, se muestran agradecidos con la sanidad gallega que "nos ha ayudado en todo, tanto en el alojamiento como en estar cerca de su hijo durante todo el tiempo", explican.
¿En qué consiste esta técnica?
El implante de asistencia ventricular mínimamente invasiva es utilizado en adultos con problemas cardíacos graves ya que facilita que, a la espera de un órgano compatible con el receptor, este llegue al trasplante en unas condiciones óptimas. En este sentido, el Hospital de A Coruña, cuenta con experiencia en adultos, lo que permitió abordar esta complicada técnica en un menor de manera satisfactoria.
Se realiza mediante una pequeña incisión en la parte lateral izquierda del tórax y a continuación se localiza la punta del corazón y se introduce una cánula que extrae la sangre del paciente. Posteriormente, a través de una punción en la arteria femoral, se devuelve al torrente sanguíneo con la presión necesaria permitiendo una correcta perfusión de los órganos.