EN LOS ESPACIOS CERRADOS LA EMPRESA TIENE QUE REGULAR LA TEMPERATURA
La legislación española no recoge las temperaturas máximas con las que un trabajador debería parar su actividad por riesgo para la salud, por lo menos cuando se realizan en el exterior.
Es diferente si hablamos de trabajos que se desarrollan en espacios cerrados. La empresa está obligada a regular la temperatura para que no supere los 27 grados.
Hay trabajadores que no pueden evitar desarrollar su actividad al aire libre. La oficina de los operarios de construcción es el asfalto, en este y otros lugares de trabajo no hay aires acondicionados ni sombras en las que cobijarse. Pueden llegar a superar los 40 grados.
Para intentar llevar la situación un poco más fresca los expertos recomiendan estar muy bien hidratados, llevar ropa ligera y sobre todo dejar el puesto de trabajo en las horas centrales del día.