“JUGARON A SER DIOSES”
El juez considera que Eduardo Vela pudo haber cometido los delitos de detención ilegal, suposición de parto y falsedad documental en el caso de Inés Madrigal. Con tristeza en la mirada asegura que “jugaron a ser dioses y eso no está bien”.
Hoy Inés Madrigal ni siquiera sabe si la fecha que consta en su partida de nacimiento es veraz. Su madre adoptiva le contó cómo el ginecólogo le propuso fingir un embarazo.
La siguiente vez que se vieron, le regaló una recién nacida que quedó inscrita como hija biológica. Los hechos se produjeron en 1969 en la clínica San Ramón de Madrid, donde se llegó a fotografiar a un bebé congelado.
Hasta ahora las sospechas de tráfico y robo de bebés y las denuncias nunca habían llegado a juicio. La firma del doctor Vela, certificó el parto de Inés Pérez alumbrando a Inés Madrigal, aunque ahora el ADN ha confirmado que no existe parentesco biológico alguno. Al juez le parece especialmente revelador de lo ocurrido.
Inés Madrigal cree que “sería maravilloso que el doctor Eduardo Vela contara todo lo que sabe, lo que pasó y que dijera donde están tantos libros con tantos nombre de madres, para que los adoptados pudieran encontrar a sus madres”.
El doctor Vela mantuvo una estrecha relación con Sor María Gómez Valbuena. El fallecimiento de la religiosa le convierte en el primero en sentarse en el banquillo de los acusados por el tráfico de recién nacidos.