NUEVO CASO DE ACOSO ESCOLAR
Era casi medianoche cuando Raúl, alférez de la Guardia Civil, recibió en su cuenta de Twitter este mensaje: "Yo sufro bullying. Me quiero suicidar. No puedo más".
Comprobó que se trataba de un caso real. Se enfrentaba a la misión más difícil en su años de servicio: evitar el suicidio de estas joven.
Durante más de tres horas estuvo intercambiando mensajes con la chica: "Eso es lo último. Soy psicólogo. Si necesitas ayuda escríbeme en privado y te ayudaré en lo que pueda".
En el colegio no sabían el drama por el que estaba pasando esta joven. Un grupo de su entorno la acosaba con "insultos aberrantes y de carácter sexual, cosas como por qué no te suicidas que no te quiere nadie".
Mensajes y mensajes hasta que "se quedó más tranquila" cuando le dijo que iba a hablar con su orientadora y con la guardia civil del pueblo.
Su familia también lo desconocía. El alférez mantiene contacto a diario con la joven. A los que se acosaron, a los que insultaron, la Guardia Civil está investigándoles. "Los insultos son delictivos", recuerdan.