EN CHANDEBRITO
Eva tuvo que huir de Chandebrito, en Pontevedra, la noche del domingo al lunes cercada por los incendios y, como sus vecinos, lo hizo atravesando una carretera en coche rodeada de llamas.
La joven dibuja ahora con las cenizas del incendio el terror que vivió, y así lo explica: "Es sacar alguna cosa buena de todo el horror". Este horror lo grabó ella misma, y a pesar del infierno no perdió la calma y hasta la madre explica cómo le decía tranquila que había que irse. "Hay que mantener la calma porque si no juega en nuestra contra y es parte de la supervivencia", explica ahora desde un lugar seguro.
En su huida viajó con su novio en un coche, pero el fuego les cortó el paso y tuvieron que salir del vehículo y tardó horas en poder volver a comunicarse con su madre. "Creí que cuando llegara a casa estaría todo en cenizas y que no tendría a nadie, que estaría sola", recuerda.