radical defensa de la vida
Luis Argüello, secretario de la CEE (Conferencia Episcopal Española) sostiene que "la muerte provocada no es la solución a los conflictos" de la sociedad. Lo ha dicho a preguntas de los periodistas por la opinión de los obispos sobre el suicidio asistido.
"No pienso, Dios me libre, en la cárcel para nadie, pero sí en la necesidad, desde la radical defensa de la vida" de apoyar cualquier decisión que evite "que la muerte sea la solución de los problemas"
Es la postura de la Iglesia tras el suicidio asistido el pasado lunes de María José Carrasco, enferma terminal, con la ayuda de su marido. Ángel Hernández, fue detenido y esta misma noche la jueza que lleva el caso le ha puesto en libertad.
Para el portavoz de los obispos, se trata de un caso de "excepcional carga emocional" que plantea en "la campaña electoral la puesta en marcha de una ley" sobre eutanasia. Si bien, ha insistido en que "la muerte provocada no es la solución" y ha propuesto apostar, en su lugar, por los cuidados paliativos, aunque sin "ensañamiento terapéutico". "Desde la afirmación de la vida, ayudar a las personas en los cuidados paliativos, ayudar a los cuidadores a sobrellevar este momento tan singular en el que la persona está dolorida, sufriente, sin esperanza, ofrecerle compañía y cuidado. La Iglesia apuesta por la defensa de los cuidados paliativos pero no está a favor del ensañamiento terapéutico", ha enfatizado.