CON LA PARTICIPACIÓN DE 20 PAÍSES

Estudio revela que vivir en familia y hacer tareas del hogar mejora la salud emocional y psicológica

Según el informe, las personas que colaboran en el hogar por motivación registran un mayor nivel de satisfacción emocional, social y psicológica, que proviene de la autorrealización de labores que "repercutirán positivamente en los otros miembros de la familia.

Cenar en familia, cuidar de los hijos, comprar o el mantenimiento del jardín son algunas de las prácticas que contribuyen a un mayor beneficio emocional, social y psicológico, además de que ayudan en otros ámbitos de la vida, según el informe 'Global Home Index'. El estudio, elaborado por el Centro Wallmart Conciliación Trabajo y Familia (Argentina) y la Home Renaissance Foundation de Reino Unido, ha presentado hoy en la Universidad Internacional de Cataluña (UIC) un primer informe elaborado con los resultados de 20 países, entre los que figura España.

Los resultados expuestos por la investigadora del Instituto de Familia de la UIC Remei Agulles destacan que el 60 % de los participantes internacionales consideran que hacer tareas del hogar contribuye a desarrollar competencias como la responsabilidad, el orden o la solidaridad, mientras que solo entre el 2 y el 16 % de las mujeres afirman dedicar tiempo a capacitarse en las labores domésticas, una cifra menos significativa en los varones, que oscila entre el 1 y el 15 %.

Según la directora de la institución argentina, Patricia Debeljuh, uno de los objetivos del análisis es poner en relieve "una realidad cotidiana e invisible, como son los trabajos del hogar altamente feminizados", y a los que las mujeres españolas dedican una media de 19 horas semanales -la media internacional es de entre 14 y 23 horas-, frente a las 12 horas de los hombres. En España, más de la mitad de las mujeres (59,8 %) y de los hombres (57,3 %) consideran que la sociedad valora más el éxito profesional que ocuparse de las tareas del hogar, un hecho con el que discrepan las familias con tres hijos o más o en el paro, que son las que más tiempo dedican a las tareas domésticas.

Es más, los participantes del estudio han asegurado que 53 % de las mujeres y el 60 % de los hombres piensa que no le dedica tiempo suficiente al hogar, mientras que solo un 24 % de los encuestados considera que la ciudadanía valora esta dedicación. Este estereotipo es el que Debeljuh asegura que se ha alimentado con la imagen social de las tareas domésticas, y ha expresado su malestar ante la estigmatización de las labores hogareñas: "en casa nos valoran por cómo somos, en el trabajo por qué hacemos, un éxito profesional que puede disiparse rápidamente".

Si bien las responsabilidades de los varones en el hogar han aumentado durante los últimos años, todas las mujeres de la muestra han reconocido encargarse siempre de la limpieza y orden del hogar (40 %), o la organización personal de la compra de la casa (70 %), una práctica a la que se destina el 15 % del presupuesto familiar, según el informe.

La muestra destaca que las tareas del hogar contribuyen a hábitos de alimentación más favorables, como son la elaboración de comida casera, una cuestión muy feminizada, sobre la que el 17,7 % de los hombres aseguran que nunca cocina, mientras que el 51,1 % de las mujeres españolas afirma hacerlo siempre, un porcentaje que disminuye en las familias con 3 o más hijos, por la sobrecarga de roles de la mujer.

En cuanto a la orientación del trabajo del hogar, el informe revela que casi la mitad de personas que se dedican al hogar (44,6 %) lo hacen por motivación intrínseca, es decir, porque consideran que podrán colaborar mejor para la familia; un 35,7 % lo practican como periodo transitorio, mientras que ningún participante asegura hacerlo para compensar su condición inactiva. Según el informe, las personas que colaboran en el hogar por motivación registran un mayor nivel de satisfacción emocional, social y psicológica, que proviene de la autorrealización de labores que "repercutirán positivamente en los otros miembros de la familia", ha apuntado Debeljuh.

Sin embargo, la orientación transitoria de las tareas, así como un estado civil separado, o divorciado, revierte una menor satisfacción en los tres ámbitos, en comparación con los viudos o las familias con más hijos, que destacan por su mayor grado de bienestar. La mayoría de encuestados aseguran que muchas veces distribuyen las diferentes tareas de la casa a cada uno de los miembros de la familia en función de sus edades, aunque a nivel internacional la muestra solo haya registrado un 20 % que afirma distribuir siempre las tareas.

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