LA DECISIÓN DE ELEGIR UNA CARRERA
Entre padres e hijos no siempre se ponen de acuerdo a la hora de elegir una carrera. Quizás por la brecha generacional o simplemente por desconocimiento de los estudios que se quieren cursar. Es el caso de Sol y Azucena. Madre e hija lo han hablado muchas veces, pero no hay consenso.
Sol quiere estudiar programación informática para especializarse en móviles y su madre prefiere que estudie una carrera relacionada con las ciencias de la salud. Ve las preferencias de su hija un tanto frikies.¿Qué hacer entonces ante una situación así?
El estudiante es el que manda. En caso contrario pueden darse problemas en los que por ejemplo una familia de tradición de constructores quiere que su hijo sea arquitecto, aunque el niño no esté capacitado para ello.Afortunadamente a este joven le orientaron en la universidad y acabó siendo un magnífico administrador de empresas.
Dicen los expertos que la vocación es el 70% de una elección acertada, el resto, pero no menos importante es el apoyo de la familia y una buena orientación profesional.