TRAS LO SUCEDIDO EN ANDILLA

Estudian si los cipreses podrían actuar de cortafuegos naturales

En la Comunidad Valenciana han ardido ya 60.000 hectáreas. Científicos de varios países visitan hoy la zona para tratar de averiguar por qué un grupo de cipreses ha resistido inexplicablemente a las llamas. Quieren saber si es posible que esta especie pueda servir de cortafuegos de manera natural.

Pinos y encinas completamente calcinadas es la huella implacable del fuego. Un auténtico desierto de cenizas si no fuera por una sorprendente imagen. Son casi un millar de cipreses, que han resistido el paso de las llamas.

Ocurría este verano tras el devastador incendio que asolaba Andilla, en Valencia. Ahora, y después de los declarados en la provincia en los últimos días, la capacidad del ciprés de soportar el fuego ha despertado la curiosidad de estos expertos.

"Por ahí se canalizó una gran parte del incendio, que venía en esa dirección", explica Dani de la Roca, del Instituto Botánico de Florencia. La presencia de estos árboles en el monte podría suponer una importante barrera natural contra el fuego.

"La siguiente fase será trasladar esto a experiencias piloto, que nos permitan cuantificar y empezar a crear ya barreras para que en el futuro podamos sistematizar qué tipo de ciprés, en qué día y con qué densidad", adelanta Bernabé Moya, botánico.

Pero no todos piensan igual. Para algunos, introducir una especie no autóctona altera la zona. "Que lo estudien mucho, que esto es una resinosa y la resinosa arde", advierte Adolfo Murga, agente medioambiental.

El debate está abierto, pero el porqué no ardieron estos cipreses podría ser la clave para cambiar una imagen de un monte calcinado por otra de un monte verde.

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