COVID-19
La variante ómicron ya es la cepa más extendida del coronavirus a nivel mundial. A continuación te explicamos cuáles son sus síntomas y cómo puedes detectar si la tienes o no.
A finales de noviembre de 2021, se informaba del hallazgo de una nueva cepa cuyo presunto origen estaba en Sudáfrica y que corría un severo riesgo de expandirse mundialmente, hecho que finalmente sucedió. Dicha cepa, conocida científicamente como B.1.1.529 y llamada posteriormente ómicron, ha presentado una serie de rasgos que la hacen muy característica y distinguible de otras variantes como la delta.
Tanto es así, que la OMS ya ha advertido de que más de la mitad de la población europea se contagiará de coronavirus de aquí al mes de marzo casi con total seguridad. Dicho contagio, según apunta el máximo organismo sanitario mundial, sería con la variante ómicron, al tratarse de la cepa más contagiosa y que se propaga con una mayor rapidez.
Para intentar prevenir esta frenética ola de contagios que sigue escalando de forma imparable desde la aparición de la variante ómicron, las autoridades sanitarias han explicado los síntomas más comunes que padecen aquellas personas contagiadas con esta nueva cepa. A continuación, detallamos dichos síntomas para tratar de identificar la variante ómicron.
Abundan la tos y la secreción nasal
Uno de los datos más llamativos es que la tos resulta crucial para determinar si se tiene la variante ómicron, puesto que un 83 % de infectados con esta cepa la padece. Entretanto, la secreción nasal la padece aproximadamente un 78 % y la fatiga, otro de los síntomas más comunes independientemente de la cepa, la tiene hasta un 74 % de los infectados.
También otros síntomas que padece la mayoría de infectados son dolor de cabeza y/o muscular y fiebre. Un buen dato que tienen todos estos síntomas mencionados anteriormente es que ninguno suele tener más de cinco días de duración. En caso contrario, y si no se mejora, es recomendable contactar con el centro de salud para recibir instrucciones.
Otros síntomas, aunque estos suelen ser menos frecuentes, son los estornudos, la pérdida de gusto y olfato, problemas de respiración y dolores abdominales. También es buena noticia que, al igual que todos los anteriores síntomas nombrados, ninguno suele durar más de cinco días, por lo que su capacidad de dañar el cuerpo es mucho más baja que en otras cepas.