Alimentación
El cordero es uno de los platos más habituales en nuestro menú navideño, pero hasta llegar a nuestra mesa pasa por unos exhaustivos controles.
La clave está en su DNI, un etiquetado que revisa minuciosamente la guardia civil para evitar fraudes. Se intenta controlar la procedencia de cada cordero y el objetivo es evitar que nos vendan por el tradicional cordero castellano, animales procedentes de Francia, Italia o Marruecos.
La inspección, ademas de en el pequeño comercio, se da en las grandes superficies. Pero además se llega al matadero, desde donde se comercializa el producto.
Cada cordero tiene una documentación que señala desde su procedencia hasta el destino final de venta.