Estafa
Dos hermanos que vivían en Arganda del Rey, son los cabecillas de una red de estafas que gira entorno al alquiler de pisos turísticos en Wallapop.
Hace un año comenzó la investigación en la comisaría de Torrejón de Ardoz tras una denuncia de una mujer que aseguraba haber contactado con un hombre por Wallapop para alquilar un piso vacacional. El casero le había pedido una señal de 260 euros por adelantado y le había enviado un contrato de alquiler por WhatsApp. La mujer observó que había ciertas discordancias entre lo que había hablado con el hombre y lo que ponía en el documento. Tras intentar contactar con él en numerosas ocasiones sin éxito, la víctima decidió presentarse en la comisaría y presentar una denuncia.
Los investigadores empezaron a acumular varias denuncias similares a lo largo de toda España. Fue entonces cuando pusieron el caso en el punto de mira: se trataba de una organización criminal que se extendía por todo el país.
La Policía ha detenido a 15 personas, cerrando con ello la investigación a la que denominaron 'Mer'. Los cabecillas son dos hermanos de origen rumano que residían en Arganda del Rey y que se ha confirmado que se llevaban una media de 350 euros por persona estafada. El resto de los detenidos eran súbditos de nacionalidad española.
La cantidad estafada total asciende a los 30.000 euros y a todos ellos se les acusa de blanqueo de capitales, pertenencia a una organización criminal y estafa.
Hace unas semanas, la Policía Nacional entró a registrar uno de los pisos de los hermanos en Arganda del Rey, donde encontraron dispositivos y documentación indispensables para la investigación.
La red de estafa se repartía a lo largo de toda la Península, donde alquilaban pisos que ya estaban alquilados o pisos que ni siquiera eran viviendas vacacionales. Algunas de las ciudades en las que actuaban eran Calpe, Barcelona, Valencia, Málaga, Benidorm, Oropesa del Mar y Denia, entre otras.
Los 15 detenidos, entre los cuales se encontraban 4 mujeres, estaban perfectamente organizados, como si de una empresa se tratase. La organización criminal tenía en el pico de la pirámide a los dos cabecillas, que eran quienes se encargaban de recibir el dinero.
En un escalón inferior estaban los facilitadores, encargados de recopilar la documentación necesaria de los clientes. Por debajo, y en último lugar, estaban los captadores -o también llamados mulas-, que eran quienes tenían el primer contacto con los estafados.
La Policía Nacional da algunos consejos para evitar caer en estafas:
Las estafas en el sector inmobiliario no son nada nuevo. Cada vez son más las víctimas de una estafa similar, pero no son necesariamente exclusivas de los pisos vacacionales, también ocurren estafas en los alquileres de las viviendas.