Ascensor
Desde hace 18 meses, el acceso a su vivienda lo tienen que hacer por unas escaleras a medio construir, llenas de huecos y peldaños inestables.
50 vecinos de Gijón viven una pesadilla cada vez que quieren salir de sus casas. La empresa a la que habían pagado la construcción de un ascensor ha dejado la obra a medias. Desde hace 18 meses, el acceso a su vivienda lo tienen que hacer por unas escaleras a medio construir, llenas de huecos y peldaños inestables.
Son al menos cuatro las comunidades que se han visto afectadas por las obras de un ascensor fantasma, un ascensor que nunca llegó. El motivo de su construcción era que la mayoría de las vecinos son personas mayores o con movilidad reducida.
Es el caso de Mari Luz, que tiene 82 años y casi no pisa la calle. "Salgo poquísimo, incluso me tienen que traer la compra", explica.
Después de pagar unos 8.000 euros cada vecino por la instalación del ascensor, nunca llegó a estas comunidades y la empresa dejó de responder. Desde entonces, viven entre escaleras a medio construir llenas de huecos y peldaños inestables.
"Hay huecos por todas partes y sitios abiertos en toda la fachada. Corremos peligro", asegura un vecino. "Sube y baja, tengo un niño pequeño. Es desesperante", se queja otra vecina.
Cobraron el 35% del pago
No hay ni rastro del ascensor. La empresa cobró el 35% al inicio de las obras y no se ha puesto en contacto con ellos desde entonces.
Después de estos 18 meses sin ascensor y con peldaños inestables, el temor de estas comunidades de vecinos es que una inspección municipal les obligue a dejar sus viviendas. "Si esto no está habitable para subir y bajar nos vemos en la calle", manifiestan. Por ello, han denunciado a la empresa, pero siguen a la espera de la resolución.