Asteroide
En la actualidad, la NASA y otras agencias espaciales monitorean el sistema solar para encontrar los posibles objetos que puedan colisionar con nuestro planeta. En la lista ya hay varios candidatos. La buena noticia: también podríamos evitarlo.
Hace poco en las redes sociales empezó a circular información engañosa e inexacta sobre que la NASA había sacado un informe en que afirmaba que un asteroide peligroso chocaría con la tierra este 2022. Las publicaciones de internet (muchas reproducidas por medios de comunicación, sin mayor validación de las fuentes) decían que el impacto del objeto 2009 JF1, de 130 metros de diámetro, causaría una explosión catastrófica de 230 kilotones de dinamita, similar 20 bombas atómicas de Hiroshima.
Como era de esperarse, la información causó revuelo y preocupación, pero rápidamente se disipó cuando científicos desmintieron las publicaciones en las redes. En efecto, según ellos, el meteoro existe, pero tiene una dimensión de 13 metros y no de 130, y la posibilidad de impactar la tierra es inferior al 0,00025%. Aseguran que el cuerpo celeste rocoso ha sido monitoreado desde su descubrimiento en 2009 por el sistema Sentry de la NASA.
El tema de las colisiones de asteroides con la tierra no es nuevo, ha intrigado por muchas décadas a los científicos y preocupado a la gente del común. De hecho, a inicios del año pasado, este asunto volvió ser tendencia cuando se habló de que el objeto llamado 99942 Apophis, en honor al dios griego del caos, “rozará la tierra” el 13 de abril de 2029.
Este cuerpo de casi 400 metros de diámetro, descubierto en 2004, ha intrigado a los científicos pues existe la posibilidad, aunque reducida, de chocar con la Tierra. En un principio se dijo que esa probabilidad era de un 2,7 %, pero cálculos posteriores la han reducido. Ahora el asteroide pasó del nivel 1 al 0 en la escala de Turín (un método de clasificación que mide el peligro de impacto de objetos cercanos a la Tierra en una escala de 0 a 10).
Probabilidades que podrían existir
Se podría decir que el miedo a un cataclismo causado por un meteorito es no es infundado. Así lo afirmó, el Ph.D en astrofísica y miembro del Programa de Orígenes Cósmicos de la NASA, Mario Pérez: “este es un asunto real. Solo es cuestión de tiempo para que suceda”. Él afirma que diariamente el mundo es bombardeado con pequeños meteoritos y que por el momento los grandes, con algún grado de peligrosidad, “pasan a gran distancia de la Tierra”.
Estos fenómenos han ocurrido desde el inicio de la formación del sistema solar y fueron fundamentales para darle la forma que actualmente tiene la Tierra. De hecho, una de las teorías más aceptadas sobre el surgimiento de la vida en la Tierra, dice que los asteroides que bombardearon el planeta podrían traer consigo organismos unicelulares o incluso agua.
La posibilidad real, pero remota, de un choque de un asteroide, ha llevado a científicos de distintas partes del mundo y de la NASA a poner en marcha programas de vigilancia de objetos cercanos a la Tierra o NEO (por su sigla en inglés Near Earth Objects). Uno de estos es Sentry de la NASA, un sistema de monitoreo de colisiones altamente automatizado que escanea continuamente el catálogo de asteroides en busca de posibilidades de impacto futuro con la Tierra.
De acuerdo con Sentry, los 10 objetos que podría colisionar con la Tierra entre el 2022 y 2200 y causar una catástrofe son: 29075 (1950 DA), 101955 Bennu (1999 RQ36), (2000 SG344), (2009 JF1), (2007 FT3), 99942 Apophis (2004 MN4), (2008 JL3), (2010 RF12), (2005 QK76), (1994 GK9). Vale la pena señalar que todos se encuentran en el nivel 0 de la escala de Turín.
¿Se podría evitar la colisión de un asteroide con la Tierra?
La buena noticia es que también los científicos del mundo trabajan para evitar que alguno de esos asteroides cause una catástrofe. Según Pérez, la NASA trabaja en sistemas para bombardearlos y desintegrarlos. “En este momento podemos intercéptalos a semanas de distancia del choque. Tenemos la capacidad de propulsión para poder interceptarlos más allá de nuestra atmosfera, en el espacio interplanetario”, explicó.
Para el astrofísico la mejor opción es desviarlos: “con losasteroides podemos hacer como cuando chocamos una bola de billar para que esta se desvié. Si logramos desviar un asteroide tan solo un grado, su trayectoria cambiará los suficiente como para no chocar con la tierra”.