PARA DESPEDIR EL VERANO
Una fuerte granizada ha convertido las calles de la capital de Teruel en mantos blancos cubiertos de piedras. Los habitantes de la ciudad aragonesa se han visto soprendidos por la tormenta.
Este hecho ha afectado a las carreteras de entrada a la capital. Concretamente a la A-23, donde se han producido retenciones porque los vehículos se han visto obligados a parar.