EL JOVEN Y SU ACOMPAÑANTE FUERON FINALMENTE ARRESTADOS
Se llama Juan María Gordillo, tiene 25 años, y es un "alunicero" conocido por la Policía. Circula a gran velocidad por varias autopistas madrileña, realiza peligrosos giros e imprudentes adelantamientos. Desde el helicóptero policial se coordina el trabajo de las patrullas que intentan darle caza y se graba con su cámara toda la persecución.
Todo había comenzado en la zona de ocio de la estación de Chamartín, en Madrid. Una patrulla a pie de la Policía se encuentra con el joven de forma casual. Al ver a los agentes Juan María Gordillo comienza a correr. Los policías le persiguen por la estación pero él, junto a varios jóvenes con los que se encontraba, consiguen llegar a su coche y salen del aparcamiento rompiendo la barrera de acceso.
Media hora después la policía le pierde la pista. Una patrulla fuera de servicio le localiza de nuevo y le sigue discretamente hasta una vivienda en Vallecas. El delincuente, el ver varios coches polciales en torno a la casa, inicia de nuevo la fuga.
"Fue el momento más tenso de la persecución-, explica uno de los agentes que intervinieron-. Aún no habíamos terminado de cerrar el perímetro en torno a la casa, no pensábamos que fuera a salir de nuevo y al huir de nuevo con su coche casi arrolla a varios coches patrulla".
La persecución se reinicia entre el intenso tráfico matutino de la autovía M-50 o la carretera de Barcelona. El fugitivo llega a golpear a varios coches para lograr abrirse paso.
"Él abandona el coche para intentar eludir, a pie, al helicóptero, permanece escondido bastante tiempo y cuando ve una rotonda con intenso tráfico intenta robar un coche", añade otro de los policías. "Es en ese momento cuando le damos el alto-, explica el primero de los agente-, él levanta las manos, se tira al suelo y es entonces cuando le detenemos"-
El joven tenía dos búsquedas pendientes. Ha sido arrestado junto a la joven que le ha acompañado en el coche durante toda la persecución.