Relaciones sociales
No hay duda de que las redes sociales han cambiado nuestra forma de relacionarnos, en un era de 'likes', 'unfollows' o peticiones de amistad. Sin embargo, al bucear por nuestras redes podemos llegar a dar entre nuestras 'amistades' con personas a las que hayamos visto una sola vez o que incluso ni recordemos. Un estudio de La Caixa ha dado respuesta a la pregunta de: ¿cuántos conocidos tenemos?
El estudio ha entrevistado a más de 2.200 españoles de entre 18 y 93 años y ha concluido en que nuestra media de conocidos es de 536. El informe ha dado con entrevistados que cuentan con alguna decena de personas entre su círculo de conocidos y a la vez con otras personas que tienen a más de 6.000. Para obtener los datos se ha entendido el término 'conocido' como el conjunto de las relaciones sociales que requieren reconocimiento mutuo e interacciones repetidas. Por tanto, dentro de este círculo se incluyen relaciones más fuertes como familia o amigos íntimos, a la vez que relaciones más débiles como vecinos, profesores o el personal de nuestra tienda favorita.
El estudio, realizado por Miranda Lubbers del Grupo de Investigación en Antropología Fundamental y Orientada, revela que aunque la mediana es de 536 conocidos, la mayoría de los habitantes españoles cuenta con alrededor de 400 conocidos. Además, un 2,3% de la población conoce a más de 2.000 personas El tamaño de nuestras redes depende de ciertos factores, que evidencia algunas desigualdades a la hora de extender nuestro círculo de conocidos. Las mujeres suelen tener menos conocidos que los hombres, y las personas con un mayor nivel educativo y más ingresos tienen más posibilidades de conocer gente, según el estudio. Las personas con una edad más avanzadas también tienden a tener un círculo más reducido.
El informe revela que las personas con un circulo social más amplio tienden a recibir más ayudas emocionales o económicas en caso de necesidad. Sin embargo, con más conocidos no se garantiza una mayor ayuda en caso de enfermedad o búsqueda trabajo, ya que en estos casos cobran más importancia los lazos más fuertes como familia o amigos. Las personas más vulnerables, que más protección necesitan ante las adversidades, son las que tienen menores posibilidades de conseguirlo.