A LA ESPERA DE UNA NACIONALIDAD
Mónica tiene ocho años, nació en Madrid y en su documento pone que se desconoce su nacionalidad. Su hermano Carlos se encuentra en la misma situación, no consta que provenga de ningún país.
Su madre biológica, rumana, les tuvo en España pero se encontraba en situación ilegal. Se trata de una especie de vacío legal por lo que a estos pequeños no se les reconoce ni en Rumanía ni en España y eso les genera muchos problemas burocráticos.
En Esta situación hay ya más de medio millar de niños en España. Casi la totalidad de estos menores apátridas son hijos nacidos en este país de padres inmigrantes ilegales.
Llevan años esperando que se les reconozca la nacionalidad de sus hijos, pero ellos no pueden solicitarlo porque tan solo tienen la guarda real. Es la administración pública la que debe instar al registro por tener la tutela de los menores.