MULTADO EL PROPIETARIO DE UN BAR DE HUESCA
Infringir los niveles permitidos de ruido puede ser motivo de cárcel. Aumentan las denuncias por delito de contaminación ambiental. El último caso condenaba al dueño de un bar de Fraga, en Huesca a cuatro años de prisión, debido al daño que las continuas emisiones de ruido producidas por su establecimiento de copas causaron a una familia durante cinco años consecutivos.
Finalmente la sentencia ha sido suspendida por carecer de antecedentes y estar hoy cerrado el establecimiento. El tráfico y las obras son los sonidos más odiados, que pueden llegar a duplicar los niveles permitidos.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que no se superen en horario diurno los 65 decibelios. En zonas residenciales se reduce a 40 y a 27 por la noche, según la Ordenanza Municipal de la ciudad de Zaragoza. España es el segundo país más ruidoso tras Japón, como se desprende de un estudio realizado por un centro auditivo. Indica además que el 45% de los españoles tiene problemas para conciliar el sueño. Los sonidos cotidianos como los vecinos, ronquidos o ladridos de perro son la pesadilla de los insomnes.