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Nochevieja

La España rural un buen destino para cambiar de año, en paz y naturaleza

Con un aumento del 10% con respecto al año pasado, esta Nochevieja el turismo rural registra una ocupación que supera el sesenta por ciento; aunque en comunidades como Canarias, es del 100%. Son cada vez más lo que deciden vivir el cambio de año en la España interior, buscando pasar unos días lejos de los festejos multitudinarios.

Las campanadas tienen un eco especial en pueblos como Benafarces, una pequeña localidad de Valladolid. Aquí, hay un casa rural que Marta ha reservado con un objetivo:

"Pues sobre todo que nos podamos juntar... y luego además es que el lugar está cerca de todo y lejos de todo... " afirma contenta mientras prepara el cocido tradicional de bienvenida al resto de sus parientes.

De Argentina, de Francia, de Madrid, del País Vasco... ¡son 25 los familiares que van a convivir aquí este fin de semana! "¿Merece la pena venir desde París hasta este pueblo? le preguntamos a un hermano de Marta que vive en la capital francesa. "Sí, sí, sí... aunque sea para ver a la familia." responde recién llegado.

"Nos pareció que aquí los niños podrían estar más libres... jugar... salir a la calle, salir al patio..." nos comenta la abuela, nacida en un pueblo próximo.

"Se me hace más alegre vivirla aquí con tanta gente, que en mi casa que es un poco más pequeña" "Básicamente que en el pueblo es todo más tranquilo y se disfruta más la navidad" argumentan los dos adolescentes de la familia, quienes bicis en mano se sienten en libertad total.

Libertad total para los más pequeños en los pueblos

Mientras tanto, el pueblo sigue con su rutina. Por ejemplo, con el sonido del claxon del vehículo de Manuel. Es el panadero. Es de los pocos que rompe el silencio de Benafarces durante todo el año, ya que considera que es de vital importancia mantener el contacto con los mayores, los únicos que residen aquí fuera de los periodos de vacaciones.

"Aparte de pan... ¿traéis otros productos? le preguntamos.

"Sí... asados y dulces para llenar la barriga como digo yo" nos responde enamorado de su trabajo.

Manuel, el panadero, atiende a diario nueve pueblos

Por su parte Emiliano, juez de paz, nos muestra el arsenal de juguetes que tiene preparado para cuando vienen sus 9 nietos... y también sus amigos...

"Aquí hemos llegado a comer noventa personas" nos comenta orgulloso ante unas viandas que nos ha preparado de aperitivo de bienvenida.

En estas fechas, pequeños pueblos como Benafarces viven una auténtica revolución. Los 38 habitantes que residen aquí en invierno ven como su población se duplica incluso se triplica. Muchos vienen a recuperar sus raíces y otros muchos a vivir un cambio de año alternativo.

"Esa gente hace actividades, senderismo, visita bodegas, visita castillos, lo que hace es reactivar la zona" afirma Luis Chico, el incansable alcalde de esta pequeña localidad.

Turismo rural para reactivar la "España vaciada"

Conclusión: venirse a un pueblo, la mejor manera de empezar 2023 con sosiego.

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