DÍA DE LA FELICIDAD
España se encuentra entre los países más felices de Europa aunque con una ligera tendencia a la baja para los próximos años, según un nuevo índice que mide la felicidad de un país creado por investigadores valencianos en el que se advierte, también, de que para incrementar ese nivel de satisfacción hay que invertir más en educación e I+D.
Denominado HAIN y creado por la Universitat Politècnica de València y la Universitat de València, el nuevo índice se basa en cinco dimensiones: desarrollo, libertad, solidaridad, justicia y paz. Cada una de ellas evalúa a partir de variables cuantitativas extraídas de diferentes bases de datos oficiales, según los autores del trabajo, que ha sido publicado en el Journal of Computational and Applied Mathematics.
Según indican, la proyección de este índice para España se situaría actualmente en 0,72 sobre 1, con una ligera tendencia a la baja para los próximos años. "Actualmente, los índices de felicidad se basan en cuestionarios que responde una muestra determinada de la población. Se trata de valores muy subjetivos", explica Joan C. Micó, investigador del Instituto de Matemática Multidisciplinar de la UPV.
Según Micó, a diferencia de esos cuestionarios, el suyo se construye "a partir de datos objetivos, estadísticas oficiales que representan a toda la población de un país" y que destaca por incluir nuevas variables cuantitativas como la calidad de la educación, la migración y las exportaciones e importaciones de bienes y servicios.
Establece un valor mínimo de 0 y un máximo de 1; para obtener resultados, los investigadores se basaron en los datos de los Informes de Desarrollo Humano de la ONU entre 1996 y 2014, por un lado, y los del Eurostat y Banco Mundial de Datos, entre 1989 y 2015.
La ecuación para obtener el índice de felicidad es la media geométrica de los valores correspondientes a las cinco dimensiones mencionadas. Se trata de una ecuación "dinámica", que varía con el tiempo en función de todas las variables que describen esas dimensiones, tales como población, nacimientos, índice de alfabetización, renta per cápita o esperanza de vida. "Este índice forma parte de un modelo matemático que proporciona reglas objetivas de cómo incrementar la felicidad de una sociedad (con las variables de control) respecto a diferentes escenarios (variables exógenas)", apunta.
Además de un índice descriptivo, el trabajo de los investigadores de la UPV y la UV ofrece una herramienta de toma de decisiones sobre la mejora de la felicidad en una sociedad. El nuevo índice ha sido usado para estudiar la evolución de la felicidad de la población en España y los investigadores calibraron el modelo para el período 2004-2009, lo validaron para el período 2010-2015 y han realizado un análisis predictivo de la felicidad en España para el periodo 2016-2030.
En esta predicción proponen diferentes escenarios económicos -de expansión, recesión y tendencial del pasado- y distintas estrategias de inversión pública en Educación, I+D+i y Seguridad. "Tomamos como referencia el gasto en estas áreas porque es donde los políticos pueden tomar sus decisiones de una forma más realista", apunta María T. Sanz, profesora del Departament de Didàctica de la Matemàtica de la Universitat de València.
Entre sus conclusiones destaca que, para incrementar el nivel de felicidad actual en España, es necesario invertir más en educación, investigación y desarrollo. "Según nuestras predicciones, para 2018 este índice estaría en torno a 0,72, con tendencia a la baja (aunque ligera) en los próximos años, frente a un mínimo real que se alcanzó en 2003 de 0,69 y un máximo real de 0,735 que se alcanzó en 2007, previo a la crisis", remarca Antonio Caselles, miembro de The International Academy for Systems and Cybernetics Sciences.
España no se distancia mucho de Suecia, "el país más feliz en 2013 con ambos índices, HAIN (0,75) y el Índice de Satisfacción de Vida Global de la ONU". El índice creado por ambas universidades se ha comparado con el Incide de Satisfacción de Vida Global que emplea la ONU, de 2013, en trece países europeos, apunta David Soler, también investigador del Instituto de Matemática Multidisciplinar de la UPV.
En el año 2013, España llegó a ser el tercer país más feliz de esta lista, que encabezaba Suecia y cerraba Portugal, mientras que, con el índice de la ONU, que solo abarca la dimensión de desarrollo, España ocupaba la sexta posición. Además de estos tres países, el índice incluye también a Austria, Chipre, República Checa, Francia, Islandia, Letonia, Lituania, Croacia, Eslovenia y Reino Unido.