SE LICENCIAN MÁS DE 100 ALUMNOS CADA AÑO
A la puerta de entrada al centro su vestimenta ya les hace diferentes. Cada día trabajan en un entorno real: es formación a la carta. Sus aulas son cocinas. Han cambiado los bolígrafos y cuadernos por fogones y cuchillos.
Las escuelas de hostelería se han convertido en un auténtico yacimiento de empleo. Los alumnos aprenden la profesión jugando y con la ilusión de tener muchas probabilidades de éxito cuando terminen su formación.
Les enseñan a preparar suculentos guisos, sabrosos aperitivos y dulces postres, pero también a innovar con nuevos sabores y enfrentarse al resto de secretos de la hostelería.
De la escuela de Alcalá de Henares han salido más de 3.000 alumnos. Triunfan en Sidney, Cuba o Viña del Mar y muchos han abierto sus propios restaurantes.