EL 50% DE LAS PAREJAS FRACASAN
El 50% de las parejas fracasan. Un porcentaje "escandaloso" para el filósofo José Antonio Marina, estudioso de la inteligencia y fundador de una 'escuela' que enseña a tener relaciones amorosas y familiares "satisfactorias". Un centro educativo online que abre sus puertas después del verano, tras lanzar una experiencia piloto la pasada primavera. Según las estadísticas, una de cada tres parejas rompe tras las vacaciones estivales.
Será el próximo septiembre cuando dé comienzo oficial el 'Curso de convivencia amorosa' de la Escuela de Parejas. El curso tendrá clases totalmente virtuales de cuatro meses de duración y la matricula está abierta para todos aquellos "que quieren que su relación funcione bien", en palabras de Marina.
"¿Cómo podríamos tener parejas más inteligentes?" ha sido la pregunta que se ha hecho Marina y que ha dado origen a su original escuela. También se dio cuenta del "enorme interés de las parejas para que sus relaciones funcionen pero que no sabían cómo hacerlo a pesar de estar cargados de buenas intenciones", ha explicado el filósofo. Que una pareja funcione es importante y no solo para sus miembros sino también para sus hijos, cuando los hay.
El curso tiene a una psicóloga como tutora para los alumnos y, aunque éstos pueden ir solos, el curso está pensado preferentemente para dúos. De hecho, la matrícula (hay 400 plazas por convocatoria) cuesta 45 euros y se cumplimenta en la web www.universidaddepadres.es.
Se trata de construir, con el paso del tiempo, una relación de "apego profundo" y una "convivencia amorosa feliz" tras el seísmo del enamoramiento. La exaltación de esta etapa no prepara a las parejas para hacer frente a las decepciones, frustaciones y fricciones, ha detallado el filósofo. José Antonio Marina explica que convivir plantea una serie de problemas y conflictos que conviene aprender a prevenir o a resolver.
El curso se completa con un anexo dedicado a la sexualidad y otro, aunque resulte paradójico para una Escuela de Parejas, a la separación. Y es que cuando una relación se rompe, nada puede pegar los pedazos rotos. Lo mejor es "ser valiente" y ponerle fin "de buenas maneras", y mucho más si hay niños de por medio, recomienda Marina.