Funeral
El padre Carou se negó a darle la comunión a una fiel y catequista de la iglesia.
En la localidad de Pontevedra se desató un escándalo en un funeral que ha dejado consternada a la comunidad y generó indignación entre los fieles. El motivo fue la negación de la comunión a Carmela Reboreda, una fiel y catequista de la iglesia, por parte del párroco Carou.
Carmela, quien lleva más de tres décadas asistiendo a los servicios religiosos, quedó perpleja cuando el padre Carou se negó a darle la comunión alegando que hablaba mucho durante la misa, algo que la feligresa niega totalmente. Sorprendida por la situación, Carmela intentó resolver el malentendido y le pidió al cura que hablaran en privado, pero sus súplicas fueron ignoradas. Sin embargo, el cura se mantuvo en sus trece de negarle la comunión, algo que para Carmela es bastante cuestionable.
La tensión en el funeral fue en aumento cuando otra asistente se acercó al altar para recibir la comunión y, en un gesto amistoso, se volvió hacia Carmela con la hostia en sus manos, pero sin pretensión de entregársela. El párroco Carou interpretó erróneamente la situación y su ayudante, de manera brusca, le arrebató la hostia y procedió a romperla en múltiples trozos.
Este incidente provocó un alboroto generalizado en la iglesia y uno de los hijos del difunto tuvo que intervenir para pedir silencio mientras que la viuda del fallecido esperaba, llorando de pie junto a su hija, la comunión. Una imagen utópica y totalmente adversa a lo que debería ser una misa de despedida.
La familia recibió más tarde disculpas por parte del párroco, que además les anunció que repetirían el funeral del que él mismo se encargaría, aunque es difícil que los asistentes puedan borrar de sus memorias lo ocurrido en este primero. Y es que la comunidad de Pontevedra se encuentra todavía perpleja por este suceso, que ha llegado hasta el arzobispado por la gran polémica que ha generado la actitud del cura Carou.
Por el momento, la misa se repetirá este viernes a las ocho de la tarde para poder dar la despedida merecida y deseada a este querido vecino de Pontevedra.