Volcán La Palma
Nuevos negocios surgen tras la erupción del volcán de La Palma. Un ejemplo son las rutas para ver el volcán desde el mar o adentrase en tubos volcánicos.
Se reanudan las rutas turísticas para ver el volcán de La Palma desde el mar. El recorrido está fuera de la zona de exclusión, pero se acerca lo suficiente para que los turistas divisen las coladas y la erupción del Cumbre Vieja. Otro los atractivos es adentrarse en un tubo volcánico fruto de anteriores erupciones. Son solo dos ejemplos de los negocios que se han adaptado a la nueva realidad que ha generado el volcán en la isla de La Palma.
Los negocios y también los rincones. Por ejemplo, algunas de las calles de Los Llanos se convierten en un mirador improvisado cada noche con los vecinos que quieren observar. Mientras, al fondo, el volcán sigue expulsando lava y emana una gran nube de ceniza.
En el caso de las ferreterías, ya no venden tornillería ni tampoco herramientas. Ahora lo que venden son, sobre todo, cepillos de limpieza. Lo más importante y desgarrador es que los trabajadores que han perdido su trabajo y que se encuentran en ERTE, ahora ya no van a su puesto, sino que lo que hacen es colaborar como voluntarios en labores de limpieza de las calles.
Los afectados piden que lleguen las ayudas
Los expertos han confirmado "un cambio claro en la dinámica" del volcán de La Palma al aparecer depósitos de azufre elemental. Sin embargo, los expertos insisten en que este hecho no significa que el final de la erupción esté cerca. En algunas partes de la isla la calidad del aire es preocupante debido a la alta concentración de partículas contaminantes.
Por otro lado, el volcán está en una fase intermitente y en los últimos días se ha podido apreciar una densa columna de humo y cenizas. Esta columna se dirige hacia el sur de la isla, lo que permite tener el aeropuerto operativo. Además, de momento, las coladas no se están expandiendo sino que están creciendo en altura.