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La Ertzaintza necesitó más de 6 horas para poder cumplir la orden judicial de desalojo. Los policías encontraron numerosos obstáculos y barricadas. Para abrirse paso a través de las plantas del edificio tuvieron que utilizar mazos y cortadoras de metal. Además, los agentes tuvieron que sortear trampas de humo.
Todo comenzaba la madrugada del miércoles. La Policía vasca desalojaba un edificio industrial ocupado desde hace 13 años en Bilbao. Convertido en centro cultural, algunas de sus actividades contaban incluso con subvenciones municipales. Fue un desalojo que se llevó a cabo tambien con fuertes enfrentamientos.
Al final de la operación, 23 okupas fueron detenidos. Un juzgado de Bilbao decidirá si el edificio puede ser finalmente demolido.