Coronavirus
Cuando los más optimistas pensaban que ya dejábamos atrás la pandemia del coronavirus las cifras se muestran rotundas: de unos 50.000 contagios semanales en junio se alcanzan un mes después picos de 180.000 contagios semanales. Si bien el comportamiento del virus no varía algunas medidas como el adiós a las mascarillas, la excesiva confianza en la vacuna o el no cumplimiento de las cuarentenas explican los errores que hemos cometido ante esta quinta ola de COVID-19.
Echamos la vista atrás hasta mediados de junio: el estado de alarma ya formaba parte del recuerdo, los toques de queda ya no tenían validez, los contagios de Sars-CoV-2 poco a poco parecían encaminarse a esas cifras anecdóticas con las que soñamos desde el inicio de la pandemia del coronavirus y la vacunación avanzaba a la velocidad de crucero que se propusieron los expertos al inicio de la campaña. Entonces, ¿qué ha pasado tan solo un mes después? ¿Qué error hemos cometido?
La incidencia acumulada de casos de COVID 19 ha escalado en las últimas semanas de los 100 puntos a los 686 actuales. Todo el país se encuentra en riesgo extremo, de unos 50.000 contagios a la semana durante el mes pasado hemos pasado a una media de 180.000 nuevos positivos cada 7 días en este mes que hoy toca fin. Los expertos pronostican que en los próximos días las cifras de contagios tocarán techo y las muertes también han ido creciendo en estas jornadas hasta recuperar los 200 fallecidos en un día. Pero, ¿cuál ha sido el error?
El comportamiento del virus es el mismo hablemos de la variante delta, alfa, beta o gamma por lo que debemos buscar errores en otro lugar.
El adiós a las mascarillas
El pasado26 de junio se dijo adiós a las mascarilla en exteriores siempre y cuando se pudiese guardar la distancia de seguridad. Sin embargo, en el imaginario colectivo de la mayoría la idea que ha calado es que la mascarilla ya no es obligatoria en la calle. Si recordamos las 3 reglas básicas para mantener el virus a raya: mascarilla, distancia de seguridad y lavado de manos, comprenderemos que desprendernos de una de ellas nos ha hecho confiarnos y cada vez son más cotidianas situaciones en las que diferentes núcleos de convivencia conversan normalmente al aire libre sin protección.
La variante delta
Si bien a mediados de junio la variante delta no era predominante en nuestro país ahora ya sí lo es representando ya el 68% de los contagios. Algunos expertos indican que esta cepa del coronavirus provoca tan solo en España 1.000 infecciones a la hora. Estos detalles unidos a la relajación en la obligatoriedad de la mascarilla nos permite hacernos una idea de que al menos ahí hemos bajado la guardia frente al virus.
La campaña de vacunación
Todo parece indicar que España tal y como se marcó como objetivo el Gobierno alcanzará la inmunización del 70% de su población antes de finalizar las vacaciones. El buen ritmo de vacunación nos ha dado la falsa creencia de estar protegidos ante el virus. En muchas ocasiones nos olvidamos de que la vacuna no impide contagiar a otras personas ni tampoco ser contagiados, lo que hace es reducir el riesgo de padecer una COVID grave. Si además tenemos en cuenta que por la campaña de vacunación aprobada en nuestro país los jóvenes son los que menos se han inmunizado en estas fechas y que son los que más vida social hacen el caldo de cultivo para esta quinta ola se hace mayor.
No se cumplen las cuarentenas
Los sanitarios denuncian cada vez con más frecuencia que las cuarentenas no se cumplen correctamente. Y aquí destacan diferentes situaciones: la de positivos asintomáticos que al encontrarse bien a los 6-7 días empiezan a incumplir el confinamiento que deberían guardar. Hay otras situaciones en las que no se están guardando las cuarentenas porque pese a tener síntomas el resultado de los test de antígenos da negativo y especialmente los contactos estrechos que al dar negativo en una prueba ya no respetan la cuarentena sin pensar que pese a ese negativo la enfermedad puede estar en su organismo y manifestarse posterior al día de la prueba.
Reapertura del ocio nocturno
Aunque elocio nocturno reabrió sus puertas con fuertes medidas de seguridad hay algunos locales que no han cumplido al 100% las mismas y se han propiciado nuevos brotes de contagios.