RITMO EN EL HOSPITAL
Varios hospitales de toda España ya han puesto en práctica una iniciativa para que los niños no sufran estrés ni miedo cuando tengan que hacerse una prueba o someterse a una operación.
Esta iniciativa consiste en sustituir las tradicionales camillas por coches de juguete que ellos mismos pueden conducir. De esta manera, entrar al quirófano ya no es un problema para ellos.
Es el caso de Lluc, un niño para quien entrar a la sala de operaciones se ha convertido en un juego. Con su coche se dirige sin miedo al quirófano acompañado de todo el personal sanitario que le va a atender, que no se pierde ni un momento la carrera.
Este particular traslado a la mesa de operaciones reduce el estrés y la ansiedad de los más pequeños, un sistema que ya funciona en varios hospitales de toda España.
La distracción y el juego evita en muchas ocasiones tener que administrarles tranquilizantes antes de la intervención.
Se trata de humanizar situaciones duras para los niños y sus familias. En este hospital de Madrid ha conseguido que los pequeños pacientes suban a la luna para que se olviden de la realidad que tienen aquí abajo.
Suenan los primeros acordes para afinar y Shalma con con cinco años se ha hecho con la batuta. Aquí no hay partitura, ni tampoco tempo cada nota se improvisa. Cuando entran en esta sala suben los decibelios. Cualquier ritmo mejora sus indicadores médico. La música se convierte para ellos en el mejor analgésico