8 de Marzo Día Internacional de la Mujer
Las enfermeras denuncian que llevan años en una calificación profesional que no les corresponde y que les impide romper el techo de cristal para acceder a puestos de gestión, liderazgo, docencia, investigación etc.
"¡Hartas!", así se sienten las enfermeras que con motivo del próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, quieren alzar la voz para denunciar lo que consideran una "infravaloración histórica hacia la mujer y los cuidados". Hablamos de ellas y no de ellos porque según cálculos del sindicato de Enfermería SATSE el 85% de estas profesionales son mujeres.
Son las mismas profesionales que con su pijama como escudo nos cuidaron y acompañaron en los momentos más duros de la pandemia, las mismas manos que tranquilizaban a los familiares cuando ellas eran la única voz que escuchaban los enfermos. Ahora esas profesionales sanitarias reclaman que se salde la deuda que la administración pública tiene con ellas.
Cristina Velasco Luque, enfermera del Hospital La Paz y portavoz de SATSE Madrid explica que desde el sindicato se ha organizado una concentración para "exigir respeto profesional y denunciar el claro desinterés de las administraciones públicas por acabar con una falta de reconocimiento" que en el caso de la capital tendrá cabida en la plaza del Hospital La Paz.
Exigen una nueva clasificación profesional en consonancia con la ordenación actual de los títulos universitarios. En la actualidad las enfermeras pertenecen al grupo A2 y reclaman ser un A1.
Los grupos funcionariales de profesionales se establecen por los cometidos de los mismos y por los estudios necesarios para acceder al puesto de trabajo. Así pues para un A1 hay que tener una licenciatura, ingeniería, arquitectura o equivalente mientras que para el A2 se requiere una diplomatura, ingeniería técnica, arquitectura técnica o equivalente.
Desde 2010 la carrera de Enfermería es un Grado Universitario de 4 años para el que se cursan 240 créditos como en otras carreras, pero cuando las enfermeras consiguen su plaza en la administración pública en lugar de entrar en la categoría A1 lo hacen en la A2.
La primera diferencia tiene que ver con un techo de cristal añadido al que recurrentemente se enfrentan las mujeres. Los puestos de alta gestión, liderazgo, docencia o investigación están reservados a los antiguos licenciados por lo que una enfermera nunca podrá ser gerente en un hospital pese a tener la misma calificación de grado. La enfermería ha evolucionado mucho en las últimas décadas y este colectivo denuncia que está capacitado para competencias y actividades que no se les reconoce.
La segunda afecta al bolsillo. Los profesionales del grupo A2 cobran 14.992,66 euros brutos al año, mientras que los del A1 reciben 17.049,72 euros brutos anuales. También son diferentes las pagas extra, los trienios y las cuantías de los complementos.
La ministra de Sanidad, Mónica García, se comprometió a abordar este año 2024 la mejora de la categoría profesional para las enfermeras. Por eso este 8-M para que dicha promesa no caiga en papel mojado las enfermeras piden gritar su hartazgo.
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