Vigilarán posibles agresiones sexistas
San Fermín dice adiós a la imagen de la tradicional barrera de policías locales sujetando a los mozos antes del inicio del encierro. Se sustituyen por una placa y unas rayas pintadas en el pavimento que señalan el límite que no pueden rebasar los corredores. Quien lo haga será multado.
Es una de las normas que recoge la nueva ordenanza del encierro. Tampoco se podrá tocar a los toros o llamar su atención, salvo que se realice para evitar una cogida. Prohibido llevar mochilas, pararse durante el recorrido o quedarse en el vallado. Los mozos no podrán utilizar ni cámaras ni teléfonos móviles.
Las multas se pagarán al instante. Podrían llegar hasta los 60.000 euros. Si es necesario la policía acompañará al infractor a un cajero para que saque dinero.
Más de 3.000 agentes de seguridad estarán también pendientes de evitar agresiones sexistas, que durante los últimos años han ofrecido una imagen distorsionada de esta fiesta. Una idea de la diversión de la que se quieren alejar en esta ciudad.