Pisos turísticos
El nuevo decreto para la regulación de los pisos turísticos en la Comunidad Valenciana, en vigor desde este jueves, endurece las medidas de estas residencias. Los propietarios se convertirán en responsables subsidiarios de los actos e infracciones de los inquilinos.
Desde este jueves, tener un piso turístico en la Comunidad Valenciana es más difícil. Las quejas y la situación derivada de la extensión que tienen estas residencias vacacionales en el país han llevado al govern de Valencia para regular el uso turístico de las viviendas.
La normativa, según la consellera de Turismo, Nuria Montes da "seguridad jurídica" al sector y a la ciudadanía. Con la ley, se prevé dar una mayor autonomía a los ayuntamientos para poder limitar el uso de estos inmuebles, además de poder así sancionar de forma más contundente. Otra de las medidas estrella que incluye la norma es la prohibición de los cajetines para llaves con combinación. Ahora, las entregas de llaves tendrán que ser a mano y los propietarios o gestores de los pisos turísticos tendrán que estar operativos las 24 horas del día ante cualquier problema.
O en caso de que sea un edificio de cinco o más plantas, será obligatorio que cuente con ascensor. Además, se establece que la inscripción de las viviendas de uso turístico en el Registro de Turismo de la Comunidad Valenciana tendrá que renovarse cada cinco años.
La titular de Turismo también advirtió que desde el Gobierno valenciano estarán "vigilantes" para imponer las sanciones a todo aquello que sea "economía sumergida" y se comercialice "sin autorización". Las viviendas de uso turístico tendrán, desde la entrada en vigor este jueves de esta norma, un plazo de cinco años para adaptarse a los requisitos establecidos.
La Comunidad Valenciana no es la primera en regular los pisos turísticos. En otras comunidades ya se endurecieron y aseguran sus vecinos que las medidas se notan. Bilbao es una de esas ciudades, la normativa allí también ha cambiado en el último año. En la ciudad vasca, las viviendas tienen que estar en plantas bajas con acceso directo desde la calle y en el casco viejo sólo puede haber un piso turístico por edificio. Otra ciudad que vive con problema por la aglomeración de pisos turísticos es Málaga. En toda la provincia hay casi 40 mil viviendas turísticas. Y la mayoría son ilegales. Igual pasa en Santiago, por ello, desde el ayuntamiento se está trabajando para crear una normativa. Aunque de momento no ha logrado conseguirla.
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