Asesinato bebe en Londres
El caso de Willow, la bebé de 4 meses que fue asesinada por su propio padre, ha conmovido a Inglaterra, Jordan Lee ha sido condenado a 16 años de prisión.
El caso de Jordan Lee ha creado una gran conmoción en el país, el padre ha sido condenado por la justicia inglesa a 16 años de prisión tras matar a su hija con fuertes golpes en su propio domicilio.
Jordan Lee, de 29 años, gritó a su hija Willow de 4 meses que se callara antes de pegarle una brutal paliza y sacudirla en un incidente horrible, según han manifestado los vecinos.
La bebé fue llevada primero al hospital Blackpool Victoria antes de ser trasladada al Hospital Infantil Alder Hey dónde murió el 6 de diciembre, el examen realizado por los forenses encontró que las heridas que mostraba la pequeña eran consistentes provocadas por un trauma severo. El padre confesó cuando fue detenido que las heridas mostradas fueron a causa de un accidente infantil.
El forense ha asegurado que las heridas que sufrió la niña con grandes hematomas en la oreja, la cara y el brazo fueron probablemente el resultado de agarrar pellizcar y apretar a puñetazos o bofetadas a la pequeña y que la clase de lesiones que había en el cuerpo de esta "le provocaron un inmenso dolor y sufrimiento a la pequeña".
Un portavoz de la fiscalía de la Corona dijo que "los vecinos escucharon el llanto del bebé y a un hombre que le gritaba que se callará y una serie de golpes antes de que la casa se quedará en silencio". hasta el momento incluso en el juicio el padre siempre ha desmentido el suceso, afirmando que "repentinamente Willow se cayó del sofá".
Los expertos que han llevado el caso aseguran que las evidencias del asesinato siempre han sido claras y que el padre, cuando la evidencia médica se confirmó, modificó su relato alegando que "lo que ocurrió fue otro accidente mientras llevaba a Willow en brazos hacia la parte de arriba de la casa después de su caída original"
La condena
El parricida ha sido condenado a 16 años de prisión, a pesar de sus alegaciones continuas de ser inocente, el jurado lo declaró culpable de asesinato ya que pudieron escuchar en el propio juicio audios con signos evidentes de que el hombre de 29 años estaba mintiendo.
La madre de Willow, confesó en el juicio que "la pequeña era una bebé hermosa, feliz y que tenía la mejor sonrisa y que esa sonrisa siempre llenará la habitación en la que dormía", quién además añadió que "toda la familia la iba a extrañar mucho y que no había suficientes palabras para expresar ese dolor"
"Haberla perdido a una edad tan joven y de forma en la que lo hemos hecho me ha marcado tanto a mí ya mi familia, nunca será la misma sin mi ángel de ojos azules" añadió.
El Ministerio del Interior inglés descubrió que la muerte fue consecuencia directa de una lesión traumática en la cabeza.