Nueva normativa
El ayuntamiento de Benalmádena, en Málaga, declara la guerra al incivismo y multará con hasta 700 euros a aquellos dueños que no limpien el orín de sus perros. Es imprescindible usar agua y jabón para evitar "el mal olor" y que "la ciudad esté tan sucia".
Se pretende diluir la orina de los perros que miccionan en la vía pública y una convivencia más llevadera. Entre los vecinos hay división de opiniones y algunos manifiestan públicamente "no voy a llevar botella, ni la pienso llevar porque es recaudatorio.
La medida no es exclusiva de Benalmádena. También otras localidades como Almería obligan a sus dueños a limpiar el orín con agua y vinagre. Cádiz, Barcelona o Jaén también tienen iniciativas similares.