NINGUNA PERSONA SIN SU CENA
A pesar de que el año pasado anunció que no volvería a hacerlo, finalmente ha vuelto a encabezar esta acción, que ha beneficiado a más de medio millar de personas. Una acción que ha cambiado con respecto a años anteriores, ya que traslada la cena a los asentamientos de inmigrantes que se reparten por la localidad, en lugar de abrir las puertas de su propio restaurante, como ha hecho en algunas ocasiones.
Los comensales son seleccionados por Cáritas, que se encarga de recorrer los asentamientos donde viven inmigrantes durante todo el año, a los que Mora ha distribuido un menú con tres platos, siempre prescindiendo de cualquier derivado del cerdo, para que las creencias religiosas de las personas no les impida participar en la cena. Mora, que es uno de los principales colaboradores del comedor social de la localidad, ha iniciado su recorrido en torno a las cuatro de la tarde, y ha recorrido los asentamientos antes de que llegase la noche para que ninguna de las personas que viven en ellos se quede sin su cena.
Se calcula que unas 800 personas viven en estos asentamientos de forma estable durante todo el año, que se encuentran repartidos por distintas zonas de los alrededores de la localidad, en una veintena de ubicaciones distintas. Algunos, como el que se encuentra junto al cementerio, acoge a centenares de personas de distintas nacionalidades, y ha sido el primero donde se ha realizado el reparto. Una idea que Mora puso en práctica "porque pasé -dice- muchas necesidades cuando era niño, y siempre intento que, al menos en las fiestas navideñas, la gente tenga acceso a una cena caliente", además de ser uno de los colaboradores habituales del comedor social del municipio onubense, y ha sido distinguido, entre otros galardones, con la Medalla al Mérito del Trabajo.