Seychelles
De los ocho marineros heridos solo uno permanece ingresado y ninguno de ellos reviste gravedad.
Mientras las familias de los dos marineros gallegos fallecidos esperan que el Gobierno agilice la repatriación de los cuerpos, el resto de los integrantes de la tripulación aguardan en Puerto Victoria, en Seychelles, la llegada de los representantes de la empresa viguesa Compañía Europea de Túnidos, propietaria del barco, para analizar lo ocurrido.
"Hay que seguir trabajando en minimizar todos los riesgos posibles para nuestras tripulaciones, llevamos una racha muy mala en la flota gallega de larga distancia", comenta Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo.
El barco, el Albacora Cuatro, se averió y por eso se encontraba amarrado a puerto en este momento. Todo apunta a que se pudo producir una explosión tras la fuga de amoníaco, que se utiliza para refrigerar, y que afectase directamente a las dos personas que se encontraban, en ese momento, en la cubierta inferior. Se trata del jefe de máquinas y del primer oficial, ambos gallegos y residentes en las Rías Baixas.
La investigación, en cualquier caso, ya ha comenzado para intentar encontrar respuesta a lo sucedido lo antes posible. Además, desde la delegación del Gobierno confirman haber iniciado los trámites para agilizar lo máximo posible la repatriación de los cuerpos de los dos fallecidos.